Jaime Martínez Bordiú, condenado a un año de cárcel por maltrato aunque no irá a prisión
Jaime Martínez Bordiú, el nieto pequeño de Francisco Franco, agredió y amenazó a su ex novia, Ruth Martínez , en un hotel malagueño, tras una acalorada discusión de pareja. El Juzgado Penal número 20 de Barcelona le condenó ayer a un año de cárcel por un delito de maltratos y otro de amenazas, si bien no deberá ir a prisión, ya que carece de antecedentes penales y porque la condena es inferior a dos años. La fiscalía reclamaba cuatro años y nueve meses.
Actualizado:Bordiú, que no pudo reprimir las lágrimas cuando su abogado recordó en el juicio su adicción a la droga y rememoró la tormentosa relación que mantuvo con la modelo, negó en todo momento que hubiera pegado e insultado a la que era su novia y solo reconoció que discutieron acaloradamente. El juez, no obstante, considera probado que el nieto del general Franco maltrató y amenazó a Martínez en agosto de 2007 durante su estancia en un hotel de lujo de Mijas (Málaga) y le impone además una orden de alejamiento de tres años. Ruth, que no solicitó indemnización alguna, detalló los supuestos malos tratos, las amenazas y cómo el que era su pareja le impidió que abandonara la habitación del hotel. Explicó que ese día su novio estaba muy excitado y nervioso a raíz de un conflicto familiar. «Es buena persona, pero cuando se pone así parece otro», aseguró.
Hechos
Según se explicó el condenado, «discutió con Ruth Martínez porque ésta había dicho a su madre, a su hermana y a su ex mujer que tomaba drogas, levantando ampollas en la familia». Este incidente desencadenó los acontecimientos. Según la sentencia, que da por buena la versión de la mujer, entre las 18.15 y las 23.20 horas del 21 de agosto de 2007, el acusado y su pareja se enzarzaron en una discusión en la habitación del hotel, durante la cual el procesado insultó a su novia («eres una zorra», le dijo) y ésta le contestó que quería irse a Barcelona. «Entonces Bordiú agarró a su pareja por los brazos y la tiró sobre el sillón mientras le decía que no se iba a ir». Entre gritos y amenazas, el procesado «dio una patada a una silla, que, junto al ordenador portátil que había encima, impactó contra la mujer», según la declaración de la modelo. Acto seguido, Martínez Bordiú se fue de la habitación, momento que aprovechó Ruth Martínez para ir a la recepción del hotel y pedir un taxi y el teléfono de la Policía. El enjuiciado intentó evitar que su entonces pareja se marchara e incluso le amenazó con «matarla» si avisaba a la policía.
El abogado defensor de Martínez - Bordiú reclamó la absolución al considerar que su defendido y la víctima mantuvieron una discusión «de relaciones de pareja» y que la mujer fue «la directora de orquesta de los hechos al tener dominado a su ex novio». / EFE