LA REALIDAD. Ismail y Rubina, en las calles de Bombay. / REUTERS
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Se acabó la alfombra roja

Tras vivir en hoteles de 5 estrellas, los niños de 'Slumdog Millionaire', vuelven a estar entre moscas y excrementos

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Tras criarse entre moscas, aguas estancadas y excrementos, Azharuddin Ismail (10 años) y Rubina Ali (de 9), protagonistas de la oscarizada Slumdog millionaire, fueron trasladados a Hollywood, al corazón del mundo capitalista. Viajaron en avión al otro lado del mundo, se alojaron en hoteles de cinco estrellas, sintieron el cuero de las limusinas y durmieron por primera vez en una cama. Vieron las bandejas rebosantes de comida en los buffets de los hoteles, fueron entrevistados y adulados por decenas de personas.

Pero el regreso a Bombay, a la terrible realidad de los suburbios, les ha pasado factura. La madre de Azharuddin ha relatado a los medios locales que su pequeño pasó el fin de semana aquejado de vómitos y con fiebre alta. Los médicos han atribuido el malestar a una infección provocada por el agotamiento.

De regreso al vertedero

El retorno a India de los pequeños fue triunfal. Más fotos, más entrevistas. Fama, focos, sonrisas. Pero, al apagarse las luces, los chiquillos regresaron al vertedero. Rafiq Qureshi, el padre de la niña, decía que «acostumbrarse a este barrio está resultando muy difícil para mi hija. Desde que regresó no quiere ver a sus amigos. Sólo tiene ganas de estar fuera del suburbio. Espero que nos den el piso que nos prometieron».

Esa es otra. El departamento de Vivienda de Bombay y Christian Colson, productor de la película ganadora de 8 oscars, prometieron un alojamiento decente para las familias de los dos niños actores. Algo que todavía no ha sucedido.

Azhar y Rubina han hecho estos días, tras caerse de la nube, algunas declaraciones conmovedoras. Azhar, sin soltar el cobaya que le regalaron en su estancia americana, decía: «estoy muy triste. Paso todo el día medio dormido, con calor y mareos. Aquí no puedo dormir, hay demasiados mosquitos y hace mucho calor. ¿Me gustaría estar en Estados Unidos!».

Rubina usa a todas horas el vestido que llevó en la gala de los oscars. Ahora está lleno de manchas tras arrastrarlo por las calles. La niña declaró al diario Mumbai Mirror: «No quiero vivir nunca más en este barrio. No quiero dormir más en el suelo. Quiero una cama y vivir en un lugar donde no huela a excrementos». Terrible.

Según el productor, los críos cobraron mil dólares por su participación en la película y otros 25.000 fueron ingresados en una cuenta bancaria de donde podrán retirarlos cuando cumplan 18 años. Por los 30 días de trabajo que ambos dedicaron a la película recibieron tres veces el salario medio anual de un adulto en India. Poca cosa si tenemos en cuenta que el salario medio diario ronda los 6 euros. Unos 700 millones de personas viven en India con 20 rupias diarias (unos 30 céntimos de euro). Pese a esa lluvia de dólares, el padre de Azhar ha exigido más dinero.

Es más, según el Mumbai Mirror, el progenitor del pequeño actor habría golpeado al niño por no querer atender a un periodista extranjero que visitó las chabolas para entrevistar al pequeño. Tanto Azharuddin Ismail como Rubina Ali asistieron por primera vez a una escuela tras el rodaje de la película que retrata el improbable ascenso a la gloria de un niño de suburbio. La asistencia de los niños a las aulas fue una de las peticiones de los padres a los productores.