CREADOR. Hernán Cortés con uno de los retratos que presenta en Chicharreros. / FÉLIX GUZMÁN
Sociedad

El gaditano Hernán Cortés acerca el retrato al arte contemporáneo en Sevilla

El pintor presentó ayer en la Sala Chicharreros de Cajasol la exposición 'El retrato como una opción estética' ante numerosas personalidades

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La Sala Chicarreros de Cajasol acogerá desde el 4 de marzo hasta el próximo 19 de abril, la exposición Hernán Cortés . El retrato como opción estética, una muestra en la que este gran artista gaditano presenta una selección de su obra retratística, mostrando que su pintura es el mejor vehículo para la expresión de una depurada estética formal, de profunda significación simbólica.

En el acto, el artista ha estado acompañado por el comisario de la exposición, Antonio Bonet, el coordinador de la misma, Antonio Agudo, y por el responsable de Artes Plásticas de la Obra Social de Cajasol, Francisco del Río. Además, acudieron a la cita en la capital andaluza un gran número de personalidades entre los que se encontraban el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves o el dirigente socialista gaditano, Rafael Román, además de Elisa Cortés, creadora y hermana del artista.

La muestra se compone de más de 30 obras, ejecutadas con distintas técnicas que van desde los dibujos a lápiz o a óleo, pasando por el acrílico, hasta el carbón, el carboncillo o la acuarela. Los soportes también son variados, y alterna el lienzo, el papel, el cartón, el tablex o incluso la madera.

La propuesta de este pintor se enmarca en el modelo fundamental que valora este género de la pintura histórica, dentro del ámbito estrictamente pictórico. Dicho de otro modo: el retrato «no es un género marginal o periférico de la creación artística contemporánea, bajo la simplificación de su supuesta falta de libertad, habida cuenta de basarse en el encargo personal o institucional, sino que se basa en el incuestionable hecho de que la gran creación artística universal obedece a una exigencia personal e institucional: política, religión y arte son ejes fundamentales del aparato simbólico de cualquier sociedad».

«Una etopeya»

«Cortés no quiere conseguir tanto que sus personajes se parezcan como captar la esencia de su ser», apuntó Antonio Bonet Correa, comisario de la exposición, quien definió su pintura como «una etopeya» capaz de ahondar en la interioridad de la persona» y concluyó que «el retrato aún tiene vigencia».

Cortés, declara que su pintura trata de «enlazar» con la tradición española (los retratos de frailes de Zurbarán, por ejemplo) pero recogiendo las conquistas del arte del siglo XX. Asimismo, manifiesta que el fin de su trabajo es «satisfacer las necesidades de la sociedad actual».Hernán Cortés, nacido en Cádiz en 1953, se ha convertido en uno de los grandes retratistas de nuestro tiempo. Nació en el seno de una familia de médicos, si bien, él abandona los estudios de Medicina con el deseo de dedicarse por completo a la pintura. En 1970 realiza el primer retrato de su madre, varios autorretratos, así como paisajes de Cádiz y su bahía.

París y Cádiz

Un año más tarde, el artista ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Más tarde, en 1972 viaje a Paris, la ciudad donde se siente atraído por la pintura de Tàpies y Nicolás de Satël. En 1981 dirige el Aula Abierta de Artes Plásticas del Colegio de Arquitectos de Cádiz y comienza las series de dibujos en tamaño natural de sus amigos.

En estas obras va descubriendo su verdadero interés por la figura humana, aislada en un entorno espacial abstracto que le conduce al reencuentro con el retrato, a cuyo estudio se dedica intensamente.