Volver a empezar
Actualizado: Guardara renovada apuesta de EE UU por la creación de un Estado palestino junto al Estado de Israel como fórmula de solución al conflicto en Oriente Próximo, expresada ayer por Hillary Clinton ante el presidente hebreo, Simon Peres, requerirá para su materialización no sólo de la asunción sincera por las dos partes enfrentadas de esa fórmula, sino también de una firme actitud por Washington que contribuya a forzar un acuerdo muy lejano en estos momentos. Las palabras de la secretaria de Estado norteamericana confirman la determinación de Obama de defender una salida que, al no ser novedosa y no haber fructificado en negociaciones precedentes, le obliga a dotarla de la suficiente credibilidad como para transformarla en poco menos que inevitable. Lo que exigiría una actitud cuando menos formalmente más distanciada de la estrategia de Israel. De pronto, el mensaje de Clinton acota el terreno de juego en el que deberá moverse el Gobierno del halcón Netanyahu y su inflexibilidad hacia los palestinos.