Los conductores amenazan con no cobrar el billete y GDF tilda sus actos de «intimidación»

El conflicto entre la empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos, GDF, y la plantilla continúa sin que se produzca ningún acercamiento entre ambas partes. En la jornada de ayer, se repitieron los paros parciales previstos como medida de protesta de los trabajadores. En esta ocasión, la supervisión policial impidió que se llevase a cabo ningún altercado, aunque de los siete autobuses que debían haber salido para cumplir los servicios mínimos sólo salieron cinco, porque dos continúan reparándose después de los hechos ocurridos el pasado viernes, cuando quedaron fracturadas las lunas de nueve autobuses.

A pesar de que en la jornada de ayer los paros se realizaron sin ningún tipo de incidente, la empresa adjudicataria del servicio aseguró mediante un comunicado que «las pretensiones económicas de los convocantes de los paros, calculadas en torno a los 250.000 euros, exceden en lo pactados en el convenio colectivo y conduciría a un 24% de mayor déficit del servicio, y a una carga sobre los ciudadanos de El Puerto». GDF además de rechazar las medidas de protesta, que calificaron «de violencia e intimidación», criticaron el «reiterado incumplimiento de los servicios mínimos por parte de los convocantes, perjudicando a los ciudadanos y vulnerando el derecho de libertad de circulación y movimiento». Así, la empresa aseguró no entender por qué «se pretende que el Convenio Colectivo de Transporte no se aplique a la plantilla de la empresa cuando a él se acoge la totalidad de los trabajadores del sector de Cádiz».

Por su parte, el Comité de Empresa informó de que al no haber acuerdo, lo paros seguirán incrementándose tal y como advirtieron. Hoy vuelven a repetirse de 7 a 10, y también lo harán el viernes. A partir de la próxima semana los paros se aplicarán durante 24 horas. Así los días 13, 17, 24 y 31, sólo saldrán de las cocheras los servicios mínimos, es decir un autobús por línea cada hora. Sin embargo el Comité propondrá una «huelga a la japonesa, no nos importa trabajar sin cobrar pero que tampoco se cobre a los usuarios», explicaron.