El BBVA ensombrece las previsiones y calcula 4,5 millones de parados en 2010

Atravesamos la fase más dura de la crisis, y el servicio de estudios del BBVA ensombrece todavía más las previsiones. Ahora cree que el Producto Interior Bruto (PIB) sufrirá un recorte del 2,8% este año -el pasado noviembre estimó ese descenso en el 1%- y prevé que la tasa de paro repunte hasta el 17,7%, un punto porcentual por encima de la anterior proyección, con un número de desempleados que superará este año los 4 millones.

La cobertura social disparará el déficit público hasta el 7% del Producto Interior Bruto, apuntó el economista jefe de la entidad, José Luis Escrivá, que abogó por cambios en la política fiscal -rebajas de las cotizaciones sociales e incrementos del IVA- en la presentación del informe trimestral de coyuntura.

La desaceleración de la economía española podría tocar suelo a finales de este ejercicio, consideró, para añadir que, en comparación interanual, el PIB todavía experimentará una caída media adicional del orden 0,3% en 2010. Puesto que el mercado laboral es el mayor sufridor de esta etapa de recesión, y ningún sector tiene capacidad de sustituir el empleo masivo antes ocupado en la construcción, la tasa de paro seguirá creciendo hasta llegar al 19,7% el próximo año, periodo en que la cifra de desempleados alcanzará un dramático registro de 4,5 millones.

Escrivá explicó que el escenario descrito ya incorpora el impacto de las medidas dispuestas por el Gobierno, que cifró en unos 300.000 puestos de trabajo y en un punto de Producto Interior Bruto. Pero el hundimiento de la economía internacional, el fuerte endeudamiento de empresas y familias y la intensa contracción del inmobiliario hacen necesario acudir a cambios más profundos para relanzar el crecimiento a medio plazo, defendió.

Reformas laborales

España necesita reformar los mercados de bienes y servicios y de trabajo, remarcaron los expertos de BBVA. Y aunque reconocieron que los márgenes de beneficios empresariales tienen al menos la mitad de la culpa de la escasa competitividad de la economía, articularon sus propuestas estrella en el ámbito laboral. No en vano, evocó Escrivá, la destrucción de puestos de trabajo se ha cebado en la estructura dual del empleo. La crisis sólo se ha llevado por delante 5 de cada 100 contratados indefinidos frente a 32 de cada 100 temporales.

Por eso, el servicio de estudios del banco plantea rebajar 3 puntos las cotizaciones sociales que abonan los empresarios y compensar la merma de recaudación que supondría para la Seguridad Social con la subida en 2 puntos del Impuesto sobre el Valor Añadido.

Conscientes de que este aumento de la presión fiscal acabaría de hundir el deprimido consumo de los hogares, los autores de la iniciativa -liderados por Rafael Doménech, que trabajó en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno- sugieren anunciar ahora este incremento, pero aplicarlo un año más tarde. De este modo se incentivaría a las familias a anticipar el gasto. Esta sustitución -calculan- haría posible generar en un año 280.000 empleos, al tiempo que posibilitaría un aumento del Producto Interior Bruto del 0,55%.

Las sugerencias del servicio de estudios de BBVA no se detienen aquí. Plantean una rebaja de los costes del despido para los nuevos contratos, de manera que -frente a los actuales 45 días ó 33 días que cobran los actuales fijos, y los 8 días de los temporales- en el futuro se perciban 8, 11 y 16 días respectivamente en los tres primeros años y 20 a partir del cuarto. Y se apuntan a una fórmula parecida al sistema austriaco de seguro de despido -puesto como modelo por el gobernador del Banco de España en una reciente conferencia-, que permite a los trabajadores acumular un porcentaje del salario bruto en una cuenta individual, gestionada por la Seguridad Social.

En caso de despido, el fondo se utiliza como indemnización, es transferible si el asalariado cambia de empresa y el importe no utilizado revierte finalmente en la pensión.

La tercera propuesta del paquete de reformas laborales insiste en la demanda de adecuar al máximo la negociación colectiva a las características de cada empresa.

Inflación y tipos

Escrivá describió los aspectos menos negativos de la oscura etapa que atravesamos. El Banco Central Europeo decidirá mañana un recorte de medio punto en el precio oficial del dinero -anticipó- y el tipo de interés de referencia podría situarse en el 0,5% en torno al verano, lo que llevará el euribor hipotecario hasta niveles del 1% a finales del ejercicio. A las familias, ese recorte les aportará 5.500 millones de euros a sumar a su renta disponible, porque la rebaja de tipos reduce los pagos por intereses, pero también la remuneración del ahorro.

Aunque consideró que el descenso de la inflación tiene carácter coyuntural y descartó el peligro de deflación, estimó que la caída de los precios del petróleo y de los alimentos liberan renta para los hogares por importe de 11.000 millones de euros, el 1,5% de su renta bruta disponible.