El Athletic se clasifica para la final de Copa tras golear al Sevilla

El Athletic Club ha recuperado su viejo esplendor en el torneo de Copa, en la que disputará su trigésimo quinta final, con un partido memorable en San Mamés ante un Sevilla que no ha aguantado ni cinco minutos la ventaja de un gol que logró en la capital hispalense.

El equipo dirigido por Joaquín Caparrós ha ofrecido a sus aficionados una tarde como hacía mucho no les daba y que tardarán, si lo hacen, en olvidar. Lo que se merecían, por otra parte, ya que el ánimo que los seguidores rojiblancos han dado a sus 'leones', no solo este miércoles, sino durante el mes que ha pasado desde el partido de ida, ha sido casi constante e incansable. Y sus jugadores, ilusionados por estar a la altura de la historia de la entidad, un tanto a la baja en los últimos años, han respondido casi como ni los más forofos rojiblancos podían imaginar: con un impresionante partidazo ante un Sevilla que llegó a San Mamés sólido y confiado.

El Sevilla ha durado lo que un azucarillo en el café. Casi nada. Pronto, a los 5 minutos, Javi Martínez, le ha puesto contra las cuerdas remachando a un Palop que le había repelido el primer remate; y pasando la media hora Llorente y Toquero, le han rematado con un uno-dos del que ya no se pudo levantar. Llorente con otro cabezazo primoroso a centro de Yeste y Toquero a pase del ariete local, que le había robado la cartera a la defensa sevillista.

El factor Toquero

De inicio una gran sorpresa de Caparrós, la presencia de Gaizka Toquero en el once inicial en lugar del habitual Ion Vélez. Una novedad a la postre con influencia en el partido, ya que el vitoriano, en Segunda B con el Sestao la temporada pasada, y en Segunda con el Eibar al inicio de ésta, ha provocado el fuera de banda en el que nació el primer gol y ha marcado el tercero. Además, ha sido el acompañante ideal de Fernando Llorente en la presión a la defensa visitante y corriendo los balones largos que el Athletic lanzaba a las bandas.

En el Sevilla, lo esperado. Un once con Navas, Adriano y Renato, Duscher y Capel en el banquillo y Fazio por delante de los centrales para fortalecer el juego aéreo. No le ha salido bien a Manolo Jiménez esa opción, ya que el argentino no ha podido con Llorente, que ha dado el primer gol con una peinada y ha marcado el segundo en un perfecto cabezazo en el segundo palo.

Por ahí, por arriba, se le ha ido el partido al Sevilla, incapaz de frenar el aluvión de remates locales, que bien podían haberle dado al descanso más del 3-0 con el que ha terminado. Tampoco ha sabido impedir que Iraola, David López y Yeste pusiesen el balón una y otra vez en el área.

Pero no solo ha sido juego aéreo el Athletic. Han sido orden en defensa, con los centrales Ocio y Amorebieta infalibles; presión en medio campo, donde Javi Martínez -que también llegó, y mucho, al ataque- se ha erigido en dominador del juego; clarividencia en la creación, con Orbaiz de timón; y eficacia en ataque, donde ha hecho todo lo que tenía que hacer antes de central desde las bandas. Así ha reventado al Sevilla en poco más de media hora.

Un Sevilla sin opciones

A partir de ahí, el Athletic ha buscado que pasase el tiempo y el Sevilla algo a lo que agarrarse, que no ha encontrado. En la segunda parte, con la grada de San Mamés casi en estado de levitación, se ha mascado más el 4-0 que el 3-1, aunque el Sevilla ha insistido en varios corners seguidos pasada la hora de juego.

No obstante, la ocasión más clara de la segunda mitad ha sido para Ion Velez en el minuto 77, pero su disparo cruzado lo ha despejado, no sin dificultades, Palop. No ha dado más de sí el partido, San Mamés ha explotado de alegría y el Athletic se ha visto, de nuevo, por donde ha solido a lo largo de sus ya 111 años de historia.

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