CONTOVERTIDO. El actor protagonizó una sonada polémica con una de sus obras. / LA VOZ
Sociedad

Fallece en Barcelona el actor y director de teatro Pepe Rubianes

El intérprete gallego, de 61 años, padecía cáncer de pulmón desde el pasado abril, lo que le obligó a abandonar la representación de 'La sonrisa etíope' Maestro de la ironía y el humor, está considerado el precursor de los monólogos

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El actor y director teatral Pepe Rubianes, falleció ayer en su domicilio barcelonés a consecuencia de un cáncer de pulmón. Maestro de la ironía y el humor ácido, este gallego (Villagarcía de Arosa, Pontevedra, 1947) afincado desde la infancia en Cataluña fue uno de los primeros autores en atreverse con los monólogos, un género teatral poco explotado en España.

Las inquietudes teatrales de Rubianes se iniciaron en la adolescencia. A los 16 años debutó en una obra de la Once, aunque su vocación no explotó hasta que llegó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. En primer lugar se unió al TUC (Teatro Universitario de Cámara), aunque pronto lo dejó por NGTU (Nuevo Grupo de Teatro Universitario). Fue un paso decisivo, ya que entró en contacto con algunos miembros de Dagoll Dagom, la compañía con la que comenzó de forma profesional.

Después de participar en varias obras como figurante, Rubianes da el paso definitivo en 1977: participa como miembro de la compañía Dagoll Dagom en la obra No hablaré en clase. El éxito y el buen papel hacen que decida convertirse en actor profesional. Un año más tarde estrenó Antaviana, con gran éxito y lo que le permitió salir al extranjero para dar vida a la obra. En 1981, participa con Els Joglars en Operación Ubú y se produce el segundo punto de inflexión en su carrera: decide volar solo.

Ese mismo año estrena Pay-Pay, que lleva desde Barcelona a Centroamérica; después le siguieron Ño (1984), Sin palabras (1987) y En resumidas cuentas (1988), una recopilación de sus mejores textos. Rubianes se consagraba como uno de los mejores monologuistas españoles, una especialización que se descubrió una década después en la televisión gracias a una nueva hornada de cómicos.

Bilingüismo

Rubianes continúo con sus monólogos en los 90, donde combinaba por igual tanto el castellano como el catalán, e hizo incursiones en la televisión. Su interpretación de Makinavaja hizo que fuera más conocido. Empero, volvió enseguida a los escenarios, donde logró un éxito todavía mayor. En 1995 estrenó su segunda obra recopilatoria (Rubianes : 15 años). Dos años después, Rubianes , solamente se convertía en su proyecto más laureado. De negro, con un escenario paupérrimo, el actor logró cautivar a la platea con sus diatribas sobre lo humano y lo divino durante seis temporadas. En 2006, planteó un homenaje a Lorca (Lorca eran todos).

Durante su promoción desató la polémica por unas declaraciones en TV3 al criticar la unidad de España. Ante la controversia, Rubianes se disculpó y concretó que sus insultos eran para la «España que mató a Lorca». A pesar de sus palabras, la Asociación por la Defensa de la Nación Española interpuso una denuncia contra él, que fue archivada en mayo de 2007.

Después de este episodio, prosiguió su gira por España y se embarcó en un nuevo proyecto. En enero de 2008 presentó La sonrisa etíope, que dejó de representarse el 21 de abril, cuando le diagnosticaron al artista la enfermedad. Hasta ese momento, Rubianes había atraído a más de 41.000 espectadores en las 83 funciones que realizó en la Sala 1 del Club Capitol de Barcelona.

El último trabajo de Rubianes quería rendir homenaje a la población del país africano, que no deja de sonreír a pesar de las penurias.

Los monólogos clásicos del galaico-catalán (como le gustaba definirse) estaban salpicados por las actuaciones de cinco bailarinas africanas ataviadas con coloristas vestidos.

El funeral por el actor se celebrará hoy en el tanatorio de Sáncho de Avila en la más estricta intimidad, según informaron fuentes cercanas al actor.