Semana movidita a la vista
La semana se presenta movidita. En el plano deportivo se preparará a muerte el asalto a Valencia, pues sería más que importante tratar de recuperar los dos puntos que se fueron a limbo el pasado domingo en Chapín. La empresa no será fácil pues el Levante se aferra a sus últimas opciones de mantenerse en la pelea. Ahora se encuentra a siete puntos del tercer clasificado y llega con la moral alta -otro más- tras imponerse al Sevilla Atlético a domicilio. Quizás el domingo sería un buen día para comenzar a ver que tal le sienta la azulina a Altidore.
Actualizado: GuardarPero es en el plano institucional donde más movimientos podrían producirse a lo largo del ciclo de siete días que hoy arranca. Y es que en el consejo de administración o, más concretamente, en el órgano consultivo que configuró Joaquín Bilbao podrían producirse novedades desde hoy mismo, pues parece que la cosa no está funcionando tan bien como se esperaba. Tras unos meses de trabajo parece que donde uno dijo digo, ahora dice Diego y lo que antes parecían virtudes ahora se resaltan como defectos.
El caso es delicado y creo que no tardará mucho en salir a la luz pública. Habrá que ver cómo reacciona un Joaquín Bilbao que, de momento, ha sabido torear con maestría el toro que le dejó en suerte su tocayo Joaquín Morales. Precisamente al nazareno ya se le ha pasado el plazo de tregua y continúa sin aparecer. La semana pasada comentó que reflexionaría públicamente una vez que se cumplieran los 100 días de tregua. Aquí estamos esperando Joaquín. Aunque lo mejor -y él lo sabe- es que salga, se coloque delante de un micrófono, cuente cómo ha pasado y qué ha hecho durante este tiempo y vuelva a colocarse detrás del burladero. Será lo mejor para él y para la entidad de la que todavía es máximo accionista.
