Un buen Portuense supera al Guadalajara en juego y ocasiones pero no en definición

El Portuense, aprovechando que era Carnaval en su ciudad, se disfrazó de Barcelona, borrando del campo a su rival, éste también de Segunda B, como lo es el Guadalajara. Más bien pareció que el colista eran los morados, que los locales.

Se vuelve a escribir una página más de excelente partido de los de El Puerto, pero con falta de puntería. El de ayer, fue el mejor que se le ha visto a los hombres de Javi Fabregat a lo largo de la temporada, sobre todo en una segunda mitad, que quedará en las retinas de los escasos aficionados que se decidieron ir al Cuvillo, dejando al lado los actos carnavalescos. Los del Portuense dieron muestras frente al Guadalajara de tener una vergüenza torera fuera de lo normal.

El Guadalajara causó una pobrísima impresión en su paso por el Cuvillo. Los hombres de Rafael Carrillo, salvo en los primeros minutos que timidamente se acercaron a los dominios de Manu Taranilla, dejaron mucho que desear. El que prácticamente tengan la categoria asegurada, lo mismo les hizo no vaciarse en El Puerto, pero ser ampliamente superado en todo por el colista le resta mucho mérito.

Penalti no señalado

Quizás le hubiera cambiado la suerte si el árbitro hubiera señalado como penalti unas manos de Uvi dentro del área, pero López Acera interpretó como involuntaria. Luego tampoco se esforzó en demasía, ni siquiera a la contra, que es lo más fácil para un equipo visitante.

Ello no debe quitar méritos al equipo de Jordi Fabregat, que bajo su mandato ha encontrado mayor fluidez en el juego. El segundo tiempo es para recordar, primero por como lo hizo, y luego, por haber demostrado que físicamente, a pesar de lo corta que es la plantilla, tiene fuerzas para luchar los 90 minutos.

Lastima que Nacho Garrido, que juega con una hernía discal, no estuviera afortunado, ya que gozó de dos claras ocasiones de gol, mandando una de ellas al travesaño. Diego Ramirez, además de hilvanar el juego de sus compañeros, junto a Rubén Pazos, se erigió en el hombre que más disparó a puerta contraría, aunque Núñez, se las paró todas.

En definitiva, mismo guión y mismo final. El Portuense juega bien, tiene ocasiones, pero le falta el futbolista que meta la pelota en la portería contraria.