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Con la lección bien aprendida
El Cádiz visita a un Ceuta en alza con el propósito de no cometer los mismos errores que le llevaron a caer derrotado en Cuenca y Melilla
Actualizado: GuardarCon la tranquilidad de un líder autoritario pero con la desconfianza del recién llegado a un sitio desconocido. Así desembarcó ayer el Cádiz en Ceuta, nuevo enclave en el que hundir otra piqueta en pos del ascenso. Las victorias -una contundente y otra trabajada- en casa ante San Fernando y Linares han dado al once de Javi Gracia un cambio de aires que no termina de compaginarse con la debilidad demostrada en Cuenca y en Melilla. Si en la primera vuelta el once amarillo se mostró como un visitante rocoso y eficaz mientras que en Carranza se comportaba como un anfitrión más hospitalario de lo que la competición exige, en esta segunda vuelta los cadistas han cambiado los papeles y han pasado -quien sabe si apostado- a hacer, por fin, del Carranza un fortín y comportarse como un foráneo mucho más amable del que se dio a conocer durante el campeonato de invierno.
Las dos victorias antes citadas como local han servido mucho. Eso es cierto. Entre otras cosas, para divertir a quien se debe el equipo. Que no es otra que su afición. Pero no es menos cierto que los mismos parroquianos que han visto en su estadio al Cádiz serio y efectivo que todo el mundo desea, también han despertado sus dudas respecto al once por la triste imagen dejada por los de Gracia en los feudos del Conquense, donde cayó 2-0, y en el del Melilla, de donde salió vapuleado con un 3-1.
Javi Gracia lo corrigió
Sin duda, todo lo anterior no se le escapa al entrenador del Cádiz. Ni se le debe escapar ni se le puede escapar. Porque, quién sabe, si no es él el primero en desconfiar de un equipo que antaño era una roca y en sus últimas visitas ha acabado hecho gravilla. Pese a que Javi Gracia lamenta las críticas a toro pasado y en función de los resultados, también debe aceptar que ciertos errores técnicos acaecidos en Cuenca y en Melilla le han servido para aprender y corregir en función de ellos. Precisamente, esa razón ha sido la que le ha llevado a formar una defensa que será la que saldrá hoy en el Alfonso Murube a defender la portería de Kiko Casilla, que vuelve al arco tras su partido de sanción y en detrimento del voluntarioso Dani. De esta forma, Juanma Delgado y Dani Fragoso formarán el eje de una zaga que será completada por la velocidad de Cristian en la derecha y el temperamento de Raúl López en la izquierda. El jerezano, después de cumplir su sanción sentará a Cifuentes, que tras su debut ante el Linares, ha dejado claro que puede confiarse en él llegado un infortunio del 3 cadista. La madurez prosigue en el medio centro, donde Gracia no tiene otra que repetir dúo tras los goles de sus dos sudamericanos en el encuentro del pasado sábado frente al Linares. Fleurquin y Ormazábal llevarán la batuta de un equipo que tendrá en Enrique, en dulce estado de forma, y López, sus dos cuchillos. Caballero seguirá jugando a medio gas - aún se resiente del dolor en el pecho que le produjo hace varias semanas Raúl López en un entrenamiento- en la media punta esperando que la conexión con Mariano Toedtli vuelva a producirse.
Un once de garantía que tendrá que pelear los tres puntos ante un rival muy distinto del que llegó a Carranza hace unos meses. Porque el Ceuta de Benigno Sánchez ha recuperado la humildad que perdió al comienzo de la temporada -venía de no ascender a Segunda ante el Girona por un gol en la anterior fase de ascenso- y se ha aupado al quinto puesto de la clasificación a un punto del cuarto. Si a Cádiz llegó (se fue con un 5-2 con tangana incluída por no saber perder, básicamente) con la carita de cordero degollado, ahora en su casa ha recuperado los colmillos y los tiene más afilados que nunca. El club caballa ha motivado a sus seguidores para que las gradas del Alfonso Murube presenten una buena entrada con la intención de que el municipal ceutí se convierta en una olla a presión que meta a los suyos entre los cuatro privilegiados de la clasificación, y de paso, buscarle a uno de esos, que comience a meterse en un lío del que Jáen, Poli o ellos mimos puedan beneficiarse.
Porque eso sí, al Cádiz todos dicen respetarlo pero cuando se enfrentan a él le buscan las cosquillas por todas partes. Hace poco ya lo consiguieron Conquense y Melilla. Y hoy será otro conjunto norteafricano el que lo intente.