El futbolista gaditano Juanito, tras recoger su distinción. / EFE
ANDALUCÍA

Sentimientos y análisis

Una leve reverencia. El estruendo de los aplausos no mengua. Levanta los brazos y saluda con tronío. Adela Domingo lleva muchos años sin saborear el placer de una ovación en un teatro pero, tras más de setenta años dedicada a la enseñanza de canto y baile, se arroga con justicia una parte del éxito de sus pupilas, entre las que se encuentran Cristina Hoyos, María Pagés, Imperio Argentina o Rocío Jurado.

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Esta sevillana, que nació en 1930, no es la única que se emociona al recibir su Medalla de Andalucía. A La Mari la piropean por su música y por estar enamorada de la vida, aunque a veces duela, como ella misma ha glosado en uno de sus discos.

María José Rienda puede sentar cátedra de las satisfacciones y los disgustos que depara el deporte de élite. Ayer, lejos de la nieve, la esquiadora granadina agradeció el cariño, más allá de los éxitos.

Todos los galardonados coinciden: estos premios emocionan. En el teatro Maestranza se da cita una amplia representación de la sociedad andaluza. La cúpula del PP-A se ausenta. Javier Arenas y su equipo cumplen con la tradición y acuden al acto institucional en el Parlamento, pero no a la entrega de medallas. Desde un acto con Nuevas Generaciones, Arenas critica los canapés que se sirven en Los Reales Alcázares de Sevilla, tras la entrega de medallas.

Si las arcas de una comunidad autónoma están tan mal como para suprimir el ágape en su festividad anual, se podría entender que hay motivos para el pánico. Eso sí, no hubo excentricidades gastronómicas ni 'copa larga'. Faltaría más, dirán algunos. Faltó, sin más, añadiría otros.

Análisis variopinto

La tradición, al menos en la última década, es que los medios de comunicación publiquen un sondeo de intención de voto cada 28 de febrero. El análisis de los resultados copa los primeros minutos de conversación en cada corrillo. La tónica general de las encuestas marca que la crisis económica comienza a pasar factura al PSOE. Se detecta un desgaste, pero insuficiente para dar la vuelta al panorama político. El PP se acerca -a seis puntos, según el análisis publicado ayer por este periódico-, pero lentamente.

¿Qué opinan los dirigentes políticos andaluces? Pues, lógicamente, arriman el ascua a su sardina. El presidente del PP-A, Javier Arenas, ha dicho que las encuestas otorgan a su partido «los mejores resultados que ha conocido en su historia» y revelan el «profundo agotamiento» del proyecto del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.

Arenas entiende que estos sondeos «reflejan un momento y que lo importante son las elecciones», y ha anunciado que la «única lección» que saca de los mismos es que «hay que trabajar el doble o el triple porque los ciudadanos lo están pidiendo». De igual modo, pidió a los jóvenes que «se rebelen» contra la Andalucía oficial.

Izquierda Unida mantiene, según estas prospecciones de voto, el mismo índice de apoyo que hace un año, cuando se celebraron las elecciones autonómicas. El coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, manifestó su «satisfacción» por los resultados de las encuestas y dijo que «ponen la flecha hacia arriba».

Estar arriba

«IU avanza, nuestras propuestas van surtiendo efecto», destacó en declaraciones a los periodistas Valderas, quien consideró que los ciudadanos «están pidiendo un cambio» y que los sondeos muestran una «sociedad insatisfecha».

Muchos líderes socialistas dieron su opinión sobre la encuesta, pero la mayoría de ellos etiquetó su comentario con un off the record, es decir, que no querían que se publicasen.

El portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Manuel Gracia, rompió esa tónica. Vinculó la actual situación de crisis económica la «afectación en el voto» que muestran las encuestas, que a su juicio perjudica a todos, «no sólo al PSOE». Gracia puso el acento en que el PSOE «continúa siendo la fuerza política con más respaldo» y apuntó que no ha pasado ni un año desde las pasadas elecciones autonómicas.