Sociedad

Consejos para abordar las comisiones en los fondos de inversión

F Fondos de inversión y de pensiones. Las entidades son libres de fijar las comisiones que aplican por gestionar sus productos de inversión. No obstante, la Comisión Nacional del Mercado de Valores -para los fondos de inversión- y la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones -para los fondos de pensiones- fijan las cantidades máximas. En los fondos la comisión de gestión no puede superar el 2,25%, la de depósito el 0,2% y las de suscripción y reembolso, el 5%. Las comisiones deben figurar en el reglamento de los fondos de inversión. Para cualquier incremento o reducción, la gestora solicitará permiso a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Autorizados los cambios, los partícipes que no estén de acuerdo pueden, en el plazo de un mes, salir del fondo sin que suponga penalización. Aunque pueda resultar paradójico, son numerosas las gestoras que bajan el coste de las comisiones de sus productos para mostrarse más atractivas ante los ahorradores. La caída de los mercados ha dejado a muchos fondos de inversión sin rentabilidad, sobre todo a los de renta variable, que han perdido más de un 40% de media en 2008. Por su parte, los de renta fija, en los mejores casos, apenas han rendido por encima del 2%. En ocasiones, cobrar una comisión del 2,5% se come toda la rentabilidad del producto, por lo que muchos usuarios se dan de baja en estos productos. Como reacción, algunas entidades han comenzado a aplicar la comisión de éxito: sólo cobran al cliente por su gestión si son capaces de generar beneficios. En los planes de pensiones, la suma de las comisiones de gestión y la comisión de depósito no puede superar el 2,5%. Numerosas entidades, no obstante, se aferran tanto hasta el último céntimo a estos límites a la hora de fijar sus tarifas, que la Comisión Europea ha instado a las gestoras e instituciones de planes de pensiones a bajarlas y hacer más competitivo este producto financiero.

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F Bolsa. Por mantener una cuenta de valores y operar en Bolsa las comisiones varían mucho entre unas entidades y otras. Las tarifas se mueven para las operaciones pequeñas -inferiores a 12.000 euros- entre el 0,25% y el 3% sobre el total efectivo de la operación. Si se opera a través de Internet, casi siempre las comisiones de intermediación y de compra-venta serán inferiores. Incluso hay entidades cuyas promociones permiten operar sin pago alguno de comisiones durante un periodo de tiempo. En todo caso, una comisión que siempre tendrá que pagar el cliente es el denominado canon de Bolsa. Hoy, por inversiones de hasta 300 euros, la Bolsa cobra una tasa de 1,1 euros. Si se invierte entre 300 y 3.000 euros, la cantidad es de 2,45 euros más el 0,024% de la cantidad invertida. Si se invierten entre 3.000 y 35.000 euros, la comisión se eleva a 4,65 euros más el 0,012% de lo invertido.



F Reducir el coste de las comisiones en productos de inversión. La competencia es feroz tanto en el ámbito de fondos de inversión como en el de pensiones. En este sentido, no se puede negociar la comisión -como sí ocurre con los productos básicos de banco- ya que la tarifa está regulada e indicada en el contrato del fondo de inversión y es igual para todos los partícipes y registrada en la CNMV. Por tanto, cuando se interpretan abusivas las tarifas que se cobran por el fondo de inversión o de pensiones lo mejor es salirse y elegir otro producto en el que invertir. La legislación permite cambiar de fondo de inversión y de pensiones sin necesidad de rendir cuentas a Hacienda. En el caso de la operativa en Bolsa, se puede reducir el cobro de comisiones operando a través de un banco por Internet. Las comisiones de compra-venta de valores on-line pueden ser hasta un 20% más baratas respecto a las entidades tradicionales.



F Comisiones en préstamos. Con la fuerte subida de la morosidad que caracteriza estos últimos meses, numerosas entidades están elevando no sólo las exigencias para conceder préstamos sino también sus tipos de interés y comisiones, aunque no en todas de igual modo. Por ejemplo, la comisión de apertura de un préstamo ha subido desde el 2,57% de finales de 2007 al 2,64%, y la de estudio ha pasado desde el 0,57% hasta el 0,62%. La entrada en vigor de la reforma de la Ley Hipotecaria en enero de 2008 abarató las comisiones de subrogación y cancelación anticipada y total. La nueva ley ha limitado al 0,5% las comisiones por amortización anticipada de un préstamo a interés variable y a un 0,25% si la hipoteca tiene más de tres años. En este apartado, como en tantos otros, lo más eficaz es negociar con el banco, pero desde una posición de fuerza. Si la entidad tiene catalogado al usuario como buen cliente, es la primera interesada en evitarle disgustos que podrían propiciar su fuga a la competencia. Por ello, procede, y mucho, exigir en nuestra entidad habitual un trato preferente. Porque no todo es suficiente con un trato en la oficina amable en lo personal. Tan importante o más es que no nos repercutan ciertos costes (de los que eximen a los usuarios más concienciados y exigentes), que pueden lastrar nuestra economía, que no necesita precisamente ahora de más gastos.