A Don Manuel
Esta reflexión que expreso en estas breves líneas me la he hecho en más de una ocasión y cada vez, me hice el propósito de manifestarla de forma pública. Me refiero a un gaditano bueno entre los buenos; humilde donde los haya; artista hasta la médula. Buen hijo, buen padre, buen profesor y gran amigo mío: Don Manuel López Gil.
Actualizado:Don Manuel, pintor y restaurador de pinturas al óleo, fue discípulo del famoso pintor gaditano Felipe Abarzuza, del que aprendió las técnicas de la pintura al aceite y otras, destacando como un gran aprendiz del arte de Apeles, hasta conseguir por su trabajo bien aprendido, ser profesor de la Escuela de Artes y Oficios artísticos y Bellas Artes de Cádiz; más tarde fue reconocido como restaurador de gran prestigio, por sus innumerables trabajos dentro y fuera de Cádiz que motivaron su ascenso como restaurador en el Museo del Prado, trasladándose a Madrid, donde fallece tras un trágico accidente.
Estos datos microbiográficos, aunque imprecisos los llevo en mi corazón, como preciosas vivencias de mi vida y son los que me motivan a expresar que, no me parece procedente, que un artista gaditano como fue Don Manuel y del que guardamos en el patrimonio del Museo Provincial varios trabajos suyos, no haya sido honrada su memoria, con la exposición permanente de alguno de ellos, en la sala de pintores gaditanos del siglo XX. De Abarzuza, su profesor hay varios, de Prieto igualmente, así como de otros pintores que como Prieto, se afincaron en Cádiz y lucen sus obras sin ser gaditanos lo cual me parece justo y procedente.
Creo y es el motivo de mi reflexión, que mantener en el anonimato a D. Manuel como ilustre pintor gaditano no procede y a quien corresponda debería reconocerlo y gestionar tan craso error. Es un micro homenaje que quiero dedicar como guía voluntario que soy del Museo Provincial, a quien fue mi profesor en la década de los años 60 y gran amigo a pesar de la diferencia de edad, tenía yo entonces 18 años.
Rafael Yuani Pantoja. Jerez