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El drama de Montealto
El maestro de maestros Cesar González Ruano escribía de lo efímero del artículo periodístico, de lo caduco y pasajero de su existencia, pues pasadas 12 horas su soporte tiene el triste destino de la basura. No empero de su mensaje, el que por su trascendencia puede llegar a gozar el privilegio de la intemporalidad, no digamos si su tratamiento, redacción, prosodia, sintaxis dejan el regusto del talento que tenía el afamado articulista.
Actualizado: GuardarCuando un artículo es bueno, es decir, tiene por su fondo y su forma la calidad suficiente, obtiene el salvoconducto de pasar a los anaqueles de nuestra biblioteca, lugar en el que una vez archivado permanecerá para ser releído y consultado cuantas veces nos palpite a lo largo de la vida. Es lastimoso que, una vez pensado, madurado y escrito con primor, tenga tan corta vida y triste destino.
Admitida esta realidad, sólo nos queda aplicarnos en pos de seguir contando con el beneplácito de ese grupo de lectores que demuestran ser tan magnánimos con nuestro estilo.
Entregado a tan ambiciosa empresa, repasaremos ciertos aspectos del artículo periodístico, el que por efímero parece estar considerado como un género literario de tercer orden, quizá porque, por lo general, el lector de periódicos lee de pasada; más que leer repasa las noticias con cierta premura, sin prestarle a los artículos la atención que le concede a una novela de su gusto o a ese otro libro de intriga que le tiene tan embaucado, para el que se relaja y concentra.
Por otro lado, los periódicos están plagados de artículos y noticias cuya temática suele ser similar o parecida, lo que también lleva a la lectura mecánica. Todos estos errores y circunstancias nos hacen llegar a la siguiente conclusión: ¿Qué debe tener o cómo debe ser contada una noticia, historia u opinión para que el lector de periódicos depare en ella y la lea? Ya desde el título o enunciado el escrito debe despertar interés, tratando de que en pocas palabras su mensaje sea sugerente, actual, mordaz, irónico, humorístico Apenas iniciado, el lector tiene que saber de qué va la cosa; para ello el autor debe de hacer una introducción en la que de forma somera se describa el prisma o aspectos a tratar.
A continuación es crucial la argumentación: tres, cuatro o cinco argumentos de peso que respalden la historia u opinión con razonados conceptos: datos, fechas, apoyos científicos o bibliográficos, hemerotecas que si no convencen al menos satisfagan al lector. Tras ellos, el autor invita a la conclusión en la que sin someter conduce al lector por el camino de sus razonamientos en los que la lógica y el sentido común deberán ser sus mejores aliados. Para finalizar, y sin salirse del contexto, el articulista, haciendo uso de sus recursos, hallará en la temática los elementos de humor suficientes para acabar con una coda capaz de provocar una sonrisa en el lector.
Para ello nada mejor que el ejemplo, el que podemos sacar de la reciente y espeluznante noticia del asalto a un chalet en la conocida urbanización de Montealto.
Introducción
Los hechos acontecieron el pasado jueves 5 de febrero en un chalet de la urbanización jerezana de Montealto, en la que una familia se vio sorprendida por unos malhechores que blandiendo toda suerte de armas blancas amenazaron de muerte al matrimonio y los hijos, consiguiendo arrebatarle el dinero y los objetos de valor que en ese momento tenían en el citado domicilio.
Argumentaciones
Que dado el modus operandi de estos violentos delincuentes que amenazando y aterrorizando a unas personas de orden consiguieron salirse con la suya. Los residentes y propietarios de la urbanización Montealto y debido a su actual estado de abandono y desprotección por parte de las fuerzas de seguridad y orden público, el pasado 16 de febrero y con carácter urgente convocaron una reunión a la que asistieran gran número de vecinos.
De esta reunión se sacó la conclusión de que el grado de inseguridad e indefensión que padece este colectivo es extremo y por lo tanto insoportable, por lo que acodaron tomar medidas coercitivas que alerten, sensibilicen y hagan comprender a las autoridades, que los vecinos de Montealto no pueden seguir sumidos en el pánico en que viven, sabedores que en cualquier momento entrarán en sus casas una banda de estos criminales y si no los matan, los herirán o les darán una paliza y quitarán los ahorros y al daño físico y psicológico que ocasiona este trauma se le sumará el estupor de que el acto quedará impune y con los forajidos paseando por nuestras calles, seleccionando el próximo chalé al que darán el asalto. Por lo tanto, ninguna medida que en su afán de protegerse, defenderse o exigir sus derechos tome este colectivo será exagerada, ya que no hay nada comparable al estado de incertidumbre y terror que constantemente padecen.
Ya es hora de que la ciudad de Jerez tenga una policía de categoría, una policía que por su número y la celeridad de sus intervenciones disuada a estos facinerosos de actuar en nuestro municipio. Una policía bien equipada que haga respetar la ley poniendo a buen recaudo a todo el que se acerque a Jerez con ánimo de delinquir. Y esto se consigue patrullando constantemente, que es como se conoce a la delincuencia y como se les hace ver que aquí no tienen nada que hacer, mensaje que correría entre las bandas de malhechores que eligen a Jerez como blanco de sus fechorías.
Una policía que actúe en sincronía con otros cuerpos de seguridad a fin de garantizarnos el orden público y el respeto a lo privado. Una policía actualizada y en suma acorde con los impuestos que pagamos.
Conclusiones
Ante este cúmulo de despropósitos, se han decidido tomar numerosas medidas, entre las que se encuentra la de solicitar una reunión a la señora alcaldesa y colaboradores, con objeto de saber cuál es la postura de nuestro Consistorio y el sortilegio de actuaciones de las que se valerán a fin de erradicar los ataques de estos violentos y proteger a sus respetables contribuyentes (que no son pocos) a los que se les debe contraprestar el justo servicio de protegerles. Que todo no sea cobrarles por el nuevo acerado, por los espacios de aparcamientos, por los vados que a su capricho y albedrío ha abierto nuestro Ayuntamiento, por las zonas comunes y por la contribución urbana o IBI, por cierto la más alta de Jerez.
Y por qué no tomar la iniciativa de realizar a la baja los valores catastrales una vez que se ha confirmado el importante descenso del mercado inmobiliario. Como el del agua y la recogida de basuras gravadas con un porcentaje mayor debido a la zona en que nos hayamos ubicados. Comprendemos que hay que recaudar, pero precisamente porque pagamos religiosamente exigimos que nuestro Ayuntamiento nos proteja y nos dé la seguridad que precisamos. Que si hay que desviar más cantidad de los fondos recaudados hacia la protección y seguridad de la ciudadanía que se haga, porque creemos que hay que orientar y adecuar el dinero a los tiempos que corren y a las necesidades del ciudadano y la de la seguridad es prioritaria.
La Coda
Esperemos que nuestra primera autoridad no lea este artículo de pasada, ni lo considere caduco y pasajero y por efímero lo tire a la basura; sino que valore su mensaje como de máxima prioridad, el que por su trascendencia coloque en su mesa en un sitio bien visible.
Tenga en cuenta, señora, que, llegada la noche, los perros de Montealto no ladran sino que como a sus dueños les castañean los dientes.
Al cierre de este artículo nos llega la noticia de otro asalto en Montealto