Zapatero alerta de que la abstención favorece al PP
«Cada voto puede valer un gobierno», avisa el presidente
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero no ocultó su miedo en el cierre de la campaña gallega. Al revés, incluso dramatizó. Las posibilidades de que el PSdeG pierda la Xunta tras menos de cuatro años en el poder son tan ciertas y dependen tanto de que la gente no se quede en casa el domingo que ése fue casi el único mensaje del jefe del Ejecutivo ante los asistentes al mercado de ganado de Amio. «Cada voto puede valer un Gobierno», avisó el presidente.
La presencia de Zapatero en Galicia puso el broche final a una contienda electoral agria y llena de descalificaciones en la que no se ha conseguido contactar con el electorado. Ésa es al menos la percepción de sus protagonistas. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha dedicado intensas jornadas a intentar propulsar la campaña de un Emilio Pérez Touriño al que en el partido nadie discute la capacidad de gestión, pero sí la de generar ilusión. Sin embargo su empeño no fue suficiente y el miércoles el líder de los socialistas gallegos tuvo que pedir refuerzo.
Zapatero no vino solo, sino con toda su caballería. Aunque no actuaron, los cuatro ministros gallegos: la de Medio Ambiente rural y marino, Elena Espinosa; la de Administraciones Públicas, Elena Salgado; el de Cultura, César Antonio Molina, y el recién designado titular de Justicia, Francisco Caamaño, estuvieron presentes. «Nunca como ahora Galicia ha contado tanto en España», dijo. Aún así, tanta fe tiene el jefe del Ejecutivo en su propio tirón por estos lares que no dudó en dejar una cosa clara: «Votar a Emilio Pérez Touriño en estas elecciones es lo mismo que votar a Zapatero en las generales».
Uno de los principales problemas del PsdeG es que ha ido incapaz de cumplir con las expectativas de cambio que generó su candidatura en 2005. Ésa que permitió arrancar al todopoderoso Fraga de la Xunta después de más de tres lustros. Para conseguirlo fue necesario más de un 68% de participación. Un récord histórico que ahora resulta impensable. Si se bajara del 60%, lo que a tenor de las encuestas no es nada descabellado, los socialistas lo tendrán muy difícil para intentar formar un nuevo gobierno de coalición. Con ese temor cerraron la campaña.
Zapatero no negó que las cosas hayan cambiado en Galicia menos de lo que habría sido deseable. Pero pidió comprensión. «¿Qué son cuatro años para las décadas que ha gobernado el PP!», protestó. «En cuatro años se han cambiado cosas y en los próximos cuatro -prometió- se harán todas la cosas que la gente quiere que se hagan».
Pérez Touriño lanzó una advertencia si con la abstención se permite el domingo un ejecutivo popular: «Rajoy sólo quiere la Xunta para atacar al Gobierno».