Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El ex presidente serbio Milan Milutinovic, en enero del 2007, ante el Tribunal de La Haya. / AFP
MUNDO

Condenan a la cúpula política y militar yugoslava por crímenes en Kosovo

La Haya sólo absuelve al ex presidente serbio, Milan Milutinovic, y castiga con 15 y 22 años de cárcel a otros cinco imputados

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ
Actualizado:

Diez años después de la guerra de Kosovo, y al cabo de un año de la declaración de independencia del nuevo país que surgió del conflicto, el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de La Haya (TPIY) se pronunció ayer por primera vez sobre los crímenes, deportaciones y la limpieza étnica contra la población albanesa atribuidos a Serbia, y lo hace con una condena que los confirma: el viceprimer ministro yugoslavo de la época, Nikola Sainovic, y cuatro generales son condenados a penas que van de los 15 a los 22 años de cárcel.

El entonces presidente de Serbia, Milan Milutinovic, de 66 años, es absuelto, al considerar el tribunal que no tenía control directo sobre el Ejército y era una figura sin poder real. Serbia estaba entonces englobada, junto a Montenegro, en otra entidad, la República Federal de Yugoslavia, dirigida por Slobodan Milosevic, el gran ausente del proceso tras su muerte en 2006 en la prisión de La Haya. La resolución de ayer acoge la línea de la defensa de que Milutinovic no tenía estrecho contacto con Milosevic. La Fiscalía pedía para él, como para el resto, 20 años a cadena perpetua.

Nikola Sainovic, ex viceprimer ministro yugoslavo y mano derecha de Milosevic, era de este modo la figura política más alta en el banquillo y ha sido condenado a 22 años de cárcel, igual que los generales Nebojsa Pavkovic y Sreten Lukic, máximo dirigente de la Policía serbia. La sentencia de los generales Dragoljub Ojdanic, ex-jefe del Estado Mayor del Ejército yugoslavo, y Vladimir Lazarevic es de 15 años, por colaborar en las deportaciones. Todos se habían entregado voluntariamente y se declararon no culpables cuando comenzó el juicio, en julio de 2006.

Más allá de su significado evidente, esta sentencia tiene un sentido profundo relevante. Un tribunal constata por primera vez la limpieza étnica de Serbia contra los albaneses kosovares, argumento principal para justificar la controvertida independencia de Kosovo: es un caso sui generis, la agresión de un Estado a una parte de sus propios ciudadanos, que legitima una ruptura excepcional de las reglas internacionales, como es la intromisión en la soberanía y el territorio de un país para crear otro que nunca ha existido como tal. La resolución añade más tensión al problema y a las relaciones con Serbia, a quien la UE exige la entrega de los dos últimos criminales de guerra libres, el general Ratko Mladic, carnicero de Bosnia, y el ex líder serbio de Croacia, Goran Hadzic.

«Clima de terror»

Los cinco condenados de ayer son responsables de los crímenes que hicieron huir aterrorizados a 800.000 albaneses de Kosovo, en el mayor desplazamiento humano desde la Segunda Guerra Mundial, hacia Albania y Macedonia entre marzo y junio de 1999. También organizaron esa expulsión masiva. Las autoridades serbias, dijo el juez Iain Bonomy, «instauraron un clima de terror» mediante «homicidios, agresiones sexuales y destrucción de mezquitas». En Serbia todas las reacciones de ayer, procedentes del mundo nacionalista, fueron negativas. El viceprimer ministro y titular de Interior, Ivica Dacic, líder del mismo Partido Socialista de Milosevic, habló de «proceso político». Su opinión es que con esta tesis se pretendía justificar desde el principio el bombardeo de la OTAN en Serbia en 1999 y sólo acepta responsabilidades personales, pues niega que su país haya cometido nunca genocidios organizados. Serbia se siente además injustamente tratada en La Haya, pues recientemente han sido absueltos de crímenes contra los serbios un ex militar albanokosovar, Ramush Haradinaj, y otro bosnio musulmán, Naser Oric. Por su parte, Belgrado arrestó hace dos meses en el sur de Serbia, el valle de Presevo de mayoría albanesa, a diez albaneses acusados de crímenes en 1999 sobre la población serbia. Unos 200.000 serbios huyeron de Kosovo en la guerra.