BELIGERANTE. Mariano Rajoy, en un mitin el día 22 en el que participó el candidato a 'lehendakari', Antonio Basagoiti. / LUIS A. GÓMEZ
ESPAÑA

El PP redobla su ofensiva contra Garzón y Rajoy le descalifica por «socialista»

Los dirigentes del partido de la oposición confían en que los tribunales les concedan un respiro hasta después de las elecciones del domingo en Euskadi y Galicia

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Mariano Rajoy mantiene en los últimos días tres campañas simultáneas, las dos electorales y una tercera en contra del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, al que acusa de parcialidad en la instrucción de la causa sobre la trama de corrupción que afecta a cargos del PP. A medida que se acerca el día de las votaciones en Galicia y el País Vasco, el líder del partido opositor arrecia en sus ataques al magistrado, al que, sin más contemplaciones, acusó ayer de militar en el socialismo. «Garzón es socialista», dijo en Telecinco después de proclamar que «la Justicia tiene que ser imparcial y parecerlo». Volvió a insistir en la coincidencia del instructor, el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo y el jefe de la Policía Judicial en una cacería y recordó el pasado político del juez. Se remitió a la legislatura socialista de 1993 cuando él y el magistrado se sentaban en escaños de grupos adversarios tras competir en candidaturas enfrentadas en las elecciones.

«José Antonio Alonso ahora es el portavoz del PSOE en el Congreso», apuntó el líder de la oposición. «¿Sería razonable que se fuera y en dos años me juzgara a mí, por ejemplo?», preguntó, e insistió en que el juez Garzón debería abstenerse «en la causa contra un partido político». Desde esa perspectiva plantea el PP su defensa en el caso de la trama de Francisco Correa e insiste en que se trata de una ofensiva política contra la organización en general, y no una causa en la que aparecen dirigentes populares a título personal.

En esa actitud defensiva, el departamento jurídico del PP, a cargo de Federico Trillo, sigue produciendo escritos de protesta ante todas las instancias judiciales posibles, como los que remitió al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y a la Fiscalía General del Estado, cuyo amparo reclama en nombre de uno de los aforados que podrían ser encausados, el tesorero Luis Bárcenas.

Indefenso

En la denuncia de los tintes políticos que aprecia en las actuaciones judiciales, Rajoy destacó el hecho de que su partido se encuentre en una situación de «indefensión» al no conocer los cargos que se imputan a sus dirigentes, lo que, a su juicio, le impide actuar en consecuencia y exigir la depuración de las consiguientes responsabilidades políticas en sus filas. «A veces, la gente dice: oiga, es que hay que tomar medidas, y la pregunta que yo hago es ¿y contra quién?, ¿en base a qué?», se quejó.

Fuentes populares aseguraron que la dirección del partido no tiene intención de pedir a Bárcenas o al eurodiputado Gerardo Galeote que dimitan y tampoco hay intención de suspenderlos de militancia, al menos con los datos hasta ahora conocidos.

Rajoy admitió, de manera implícita en la misma entrevista, que su partido disponía de «indicios» de irregularidades cuando provocó las renuncias de los cuatro cargos dimisionarios de Madrid. «Pero de todos estos que estamos viendo en los periódicos yo no tengo ningún indicio», confesó en referencia al tesorero y al eurodiputado. «Yo, desde luego, no soy ningún inquisidor -añadió- y no puedo acusar a nadie».

El equipo electoral del PP confía en que no haya más novedades en el procedimiento judicial contra la trama de Correa hasta el próximo lunes, cuando ya se hayan celebrado las votaciones en el País Vasco y Galicia. La Fiscalía no responderá dentro del plazo a la propuesta de inhibición al Supremo que hizo el juez el viernes, por lo que tampoco esperan que haya novedades en la Audiencia Nacional hasta pasado el fin de semana.

Las fuentes citadas confían en que, superada esta tregua y celebrados los comicios, las aguas volverán a su cauce y se conocerá la auténtica medida de las implicaciones de sus dirigentes en la trama. Recuerdan, como hizo su líder, que no es la primera vez que el PP es víctima de una situación similar, pues ya en la campaña electoral de 1999 al Parlamento Europeo, cuando Loyola de Palacio encabezaba la candidatura popular, también surgió el escándalo del lino que, finalmente, «quedó en nada».

Mientras tanto, los dirigentes del partido opositor muestran su apoyo a los afectados por el escándalo y todos dicen respetar la presunción de inocencia de sus compañeros. «Lo que deseo de todo corazón es que no sea verdad lo que dicen y me duele lo que ocurre porque lo están pasando mal», comentó un secretario de área ante la situación de los que aparecen mencionados en la causa y en los informes policiales. Causó especial sorpresa la presencia de Galeote, de cuya relación con Correa pocos tenían noticia en el partido.

«Lo que se está haciendo es tremendamente injusto, se está haciendo mucho daño a muchas personas y poniendo a un partido político en campaña electoral en una situación imposible», se quejó Rajoy y culpó de ello al juez Garzón.

Angelina Jolie

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, eligió otra estrategia de defensa y minimizó con ironía el valor de alguna de las pruebas que maneja el juez, en concreto las grabaciones aportadas por el ex concejal popular de Majadahonda José Peña.

Aguirre aseguró que el contenido de las cintas tiene la misma credibilidad que si el alcalde de Torrejón, Pedro Rollán, con quien compartió ayer acto público, «dice que tiene muchas relaciones con Angelina Jolie».

«¿Y si fuera el consejero de Sanidad? ¿Hasta tendría más credibilidad!», añadió en referencia al aspecto más juvenil de Juan José Güemes, y criticó filtraciones que «implican en delitos gravísimos» a personas que no pueden defenderse .