TRAGEDIA. El pequeño Iván, en una foto de archivo, junto a sus padres. / AP
Sociedad

Inglaterra llora a Ivan

La muerte del hijo del líder conservador británico, David Cameron, conmociona a la sociedad y a la clase política

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Ivan Cameron, hijo del líder del partido Conservador británico, falleció ayer a los seis años víctima de una grave crisis de los males que le aquejaban -parálisis cerebral y epilepsia-. El estado del pequeño se agravó en la noche del martes y los padres le llevaron al vecino hospital de Saint Mary's, en el barrio londinense de Paddington, donde falleció poco después.

El padre, David Cameron, y la madre, Samantha Sheffield, pertenecen a familias muy ricas y tuvieron una infancia y juventud privilegiadas, pero el nacimiento de su hijo minusválido les ha dado, según el testimonio de sus íntimos, una perspectiva vital muy diferente.

En sus discursos políticos, Cameron ha defendido siempre el servicio público de salud, donde su hijo era regularmente atendido y adonde ha tenido que llevarle con frecuencia en situaciones críticas. Las propuestas de reforma en las estructuras del servicio público han estado siempre acompañadas de palabras elogiosas a médicos o enfermeros.

El líder conservador también ha hecho hincapié cuando proyecta su visión de la sociedad británica en el valor de las asociaciones voluntarias y eso también se achaca a su contacto habitual con otras familias afectadas o con voluntarios que dedican su tiempo libre a ayudar a quienes tienen dificultades para cuidar a sus enfermos.

Con seis años de vida, incapaz de expresarse con el uso de la palabra, privado en algunos lapsos de tiempo incluso de su sonrisa como consecuencia de la fuerte medicación, Ivan Cameron ha tenido ese impacto en la política británica. Los partidos rivales habían aceptado que el discurso del líder conservador sobre el servicio público era genuino, el producto de su experiencia personal.

Ayer, tras conocerse la muerte de Ivan, se suspendió la sesión parlamentaria semanal de preguntas al primer ministro, en la que el jefe de Gobierno y el líder de la oposición libran justas retóricas. Los conservadores podían sustituir a Cameron por otro líder, pero Gordon Brown propuso la suspensión, que fue aceptada, y pronunció un breve discurso de condolencia. Fue solemne y grave. Su primera hija murió al poco de nacer.

Otros dos hijos

El impacto de la muerte de un niño gravemente enfermo modificó ayer el calendario político británico y desactivó la contienda partidista para mostrar la empatía común por el sufrimiento humano. También cobró protagonismo una enfermedad, la parálisis cerebral, que según datos de la asociación española Aspace tiene una prevalencia de dos enfermos por cada mil habitantes.

La población afectada en España estaría cerca de las 120.000 personas y el número de nuevos casos aumentó un 25% en la última década. Los afectados pueden sufrir una progresiva parálisis y es frecuente que la enfermedad, que en la mayoría de los casos se produce en la fase pre natal, conduzca a una muerte prematura.

En alguna entrevista, Cameron, que ha tenido con Samantha otros dos hijos, expresó sus sentimientos al nacer Ivan: «La noticia te golpea como como un tren de carga. Te deprimes durante un tiempo porque estás dolido por la diferencia entre tus esperanzas y la realidad. Pero luego lo superas, porque él es maravilloso».