RUBÉN DE PALACIO. En 'Gente y Gente' hace una divertida crítica a los aficionados al cotilleo. / L. V.
Sociedad

Corto presente, largo futuro

Tres directores de la provincia están entre los finalistas del Notodofilmfestival, el certamen de cortometrajes en internet más importante del mundo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Doscientos diez segundos para contar una historia. Javier Mariscal le cede la palabra a un refugiado saharaui, Rubén de Palacio critica con sentido del humor al cotilla que todos llevamos dentro y Fali Álvarez inyecta una buena dosis de ironía a las claves y modos del endiosado cine social. Estos tres jóvenes directores gaditanos han logrado la proeza de colarse entre los finalistas del Notodofilmfestival, uno de los certámenes de cortos por internet más importante del mundo, en el que cada año participan miles de creadores que buscan el refrendo de un jurado compuesto por personalidades como Javier Fesser, Gracia Querejeta o Nacho Vigalondo.

No obstante, la última palabra la tiene el público. Todas las piezas preseleccionadas aparecen en www.notodofilmfest.com, y son los propios espectadores los que elegirán al ganador entre la completísima terna final.

Rubén de Palacio, de 31 años, rodó Gente y Gente durante una sola mañana. Participaba en un taller audiovisual en Londres cuando se le ocurrió la idea que inspiró el guión: «A veces sentimos una enorme curiosidad por la vida de los demás, por lo que le pasa al vecino de enfrente, a nuestros compañeros de trabajo, a las personas con las que nos cruzamos, aunque eso no sea sinónimo de un interés real por ellos». Se puso manos a la obra y escribió el texto y la escaleta en una noche. Luego, con la inestimable ayuda de sus compañeros de piso, la filmó. El resultado es un corto sencillo y espontáneo, dinámico, muy natural, que se parece bastante poco a sus creaciones anteriores.

«He hecho cortos profesionales, con equipos de 30 personas y un control exhaustivo de todo el proceso; sin embargo con Gente y Gente he aprendido que muchas veces lo mejor es aprovechar la frescura de la idea original y no ponerle demasiados aliños para no saturarla», afirma el joven director. La música corre a cargo de su banda, también gaditana, los Pick Poison.

Javier Mariscal estudió Periodismo en la Complutense, y siempre ha sentido una inquietud especial por contar «esas historias cercanas a las que les damos la espalda por pura ignorancia». Así que, cuando evaluaba distintas ideas que cupieran en los tres minutos y medio de tope que permite el Notodofilmsfestival pensó en cederle la palabra a Babá (el protagonista, que presta su nombre a la pieza), un vecino de Algeciras, refugiado saharaui, capaz de «ejemplificar bastante bien los avatares de todo su pueblo».

Babá relata sus peripecias desde la Marcha Verde, su odisea en varios campos de refugiados, su viaje a España y, finalmente, la obtención de la nacionalidad. «Cuando encuentras a gente que tiene una vida tan intensa, tan dramática y a la vez tan llena de alegría y esperanza, a la hora de rodar cuentas con buena parte del trabajo hecho», explica Mariscal. «En esos tres minutos y medio sólo tienes tiempo para intentar esbozar su relato, transmitir la esencia de lo que ha vivido y que los espectadores sean conscientes de que Babá es sólo uno de los miles de seres humanos que siguen padeciendo el bloqueo de la situación del Sáhara».

Fali Álvarez, a sus 29 años, cuenta ya con una larguísima relación de trabajos en su currículum. El pasado año ganó el Premio a la mejor Videocreación del Festival de Cine de Málaga con Burbujas de jabón, y dirigió para Diputación de Cádiz Detrás del último no hay nadie, un trabajo que le mereció el elogio unánime de la crítica especializada.

A por el cine social

Al Notodofilmfestival presentó Ni mú, una parodia que juega con la «saturación absoluta de cine social que vivimos en España». No se trata de una crítica, «ni mucho menos, porque es un género que yo mismo he practicado, pero creo que todos nos hemos dado cuenta del especial predicamento que tiene en determinados ámbitos, como los premios».

La principal particularidad del corto es que no habla nadie. Siete personas («todos compañeros de piso») se comunican con gestos. Álvarez juega a engañar al espectador. «No puedo revelar la trama porque tiene sorpresa, pero simplemente diré que es una especie de broma, de guiño o de chiste audiovisual muy simpático y sencillo», apunta Fali.

Los internautas tienen la oportunidad de ver y votar los tres cortos (se permiten hasta cinco votos) en la página web oficial del certamen, que cuenta con su propio buscador por nombre de la pieza o del director. El ganador no sólo recibirá un curioso premio en metálico sino la posibilidad de que primeras figuras del cine nacional conozcan su trabajo.

dperez@lavozdigital.es