A un minusválido
Actualizado: Guardarando un paseo matinal el domingo por la Avenida Juan Carlos I, vi una cosa que me dejó un poco perplejo por su acción. Un señor llamado Miguel Iglesias, minusválido en una silla de ruedas, llevaba a un perrito amarrado a su silla y el perro se hizo caca en el suelo y ahí fue cuando me sorprendí. Este señor cogió un papel, se agachó en el mismo coche y limpió la caca del suelo, cuando le vi atravesé la carretera a la otra acera donde estaba él para ver si le podía echar una mano y él me dijo: «gracias, pero ya estoy acostumbrado a hacer esto». Esto lo escribo para que los que tengan perros tomen ejemplo de este señor y recojan la caca de sus perros que hay muchos que no lo hacen y se acuerden que un minusválido las recoge y muchos dejan las aceras muy sucias. Si todos fueran como él, Cádiz sería más limpia. Antonio Pérez Soto. Cádiz