El gobernador del Banco de España prevé una reestructuración del sistema bancario
Fernández Ordóñez aconseja no descartar las recapitalizaciones de entidades con problemas
Actualizado: GuardarEl sistema bancario español sufrirá una reestructuración, porque vivimos la convulsión financiera más grande de la historia y su grave impacto en los balances y cuentas todavía está por venir, a causa del repunte de la morosidad, el encarecimiento de la financiación y el recorte del negocio, según pronosticó ayer el gobernador del Banco de España ante la Comisión de Economía del Congreso. Pero Miguel Ángel Fernández Ordóñez afirmó, tajante, que «hasta hoy, no hay crisis bancaria en España», y se negó en redondo a atender las demandas del portavoz del PP, el ex ministro Cristóbal Montoro, que le emplazó a sacar a la luz los problemas concretos de entidades como Caja Castilla-La Mancha. Para el gobernador, a la autoridad monetaria se le exige ejercer su función con la misma discreción que a la Policía.
Fernández Ordóñez evocó que, transcurridos 20 meses desde el estallido de la crisis financiera internacional, el sistema bancario español «ha demostrado durante ese tiempo su solidez y solvencia». «Pero eso no significa que sea inmune», alertó. Si alguna entidad entra en dificultades, «el Banco de España actuará como siempre: con el objetivo de que ni los depositantes ni los acreedores se vean en absoluto afectados y, por supuesto, con discreción y profesionalidad».
En el momento de las precisiones, el gobernador apuntó que su fórmula favorita de rescate bancario reside en acudir al Fondo de Garantía de Depósitos. «El Banco de España tiene una tradición bastante positiva de resolver este tipo de problemas, y tiende a buscar soluciones privadas, sin poner dinero público», aseveró. Pero también afirmó que el Gobierno ha dejado abierta la posibilidad de una recapitalización de entidades con dinero público, «porque cerrar la puerta al posible uso de medidas de este tipo en algún momento no parecería una actitud prudente». Por eso precisó que «una recapitalización puede ser útil si hace falta para salvar a una entidad, pero debe ser temporal y condicionada». Quedó clara, en todo caso, la oposición de Fernández Ordóñez a las nacionalizaciones bancarias acometidas en otros países. Las justificó in extremis, por una cuestión de supervivencia, pero advirtió del gravísimo peligro de su generalización. «Como nacionalicemos los sistemas financieros, algo que ya está ocurriendo en cierta medida, el desastre puede ser equivalente al de la Gran Depresión», profetizó.
Con todo, el gobernador lanzó un mensaje de tranquilidad, e invitó a no hacer «demasiado ruido» en torno a la situación del sistema financiero español, porque «al dinero no le gusta». Por eso llamó a los gestores a extremar la prudencia, consejo que intensificó en el caso de las cajas de ahorro para que «los problemas de gobernanza no vayan a acabar perjudicando a la profesionalidad con la que siempre han venido actuando».
Intensa recesión
La mayoría de los grupos parlamentarios preguntaron al Gobernador por sus previsiones sobre el recorrido que aún le queda a la crisis económica, y le instaron a promover medidas eficaces para que las familias y las empresas vuelvan a tener acceso al crédito. El Banco de España dará a conocer sus previsiones dentro de un mes, emplazó Fernández Ordóñez, pero del escenario financiero que pintó en su intervención cabe deducir que la recesión va para largo.
Insistió en que nunca ha propuesto el abaratamiento del despido, sino abrir una reflexión sobre el diseño del procedimiento a la luz de otros sistemas como el vigente en Austria, donde el asalariado acumula derechos durante toda su vida la laboral, y se los lleva consigo cuando abandona una empresa.