TRIBUNA LIBRE

El futuro no puede ser igual

La amplia batería de medidas puesta en marcha para hacer frente a la crisis, necesita de un tiempo razonable para que comience a tener efecto en la actividad económica y la creación de empleo. La recuperación de la confianza en el sistema financiero está lastrada por falta de trasparencia, por lo que será necesaria una mayor implicación pública que despeje las incertidumbres e incremente las garantías de las entidades en riesgo. El debate gira en torno a la intervención, inyectando fondos y controlando las decisiones de sus órganos de dirección; la nacionalización directa; o la creación de bancos públicos que canalicen los recursos aportados por los gobiernos.

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Los programas de inversiones públicas necesitan un periodo de tiempo mínimo para la redacción de los proyectos y para el cumplimiento de los procesos administrativos legalmente establecidos para su adjudicación a las empresas. Lo razonable es considerar que los efectos prácticos comiencen a manifestarse a partir de los próximos meses, en torno al verano. A partir de las medidas de choque destinadas a la amortiguación de sus efectos, la solución estructural de la crisis debe incluir la vacuna para evitar que se repita en el futuro. Tenemos que analizar en profundidad los errores cometidos para evitarlos, poniendo barreras a los abusos y la avaricia, castigando a los corruptos y apartando a los no eficientes. El objetivo fundamental es lograr que prevalezca la economía real sobre especulación financiera.

La crisis ha evidenciado que el mercado no es eficiente y que la avaricia no tiene límites. La economía globalizada está fuera de control, sin ningún regulador efectivo, mientras que la globalización política va a remolque, por la resistencia de los estados nacionales a ceder poder a los organismos internacionales. El Imperio tampoco podrá ser lo que fue, ni imponer su voluntad por la política o por las armas, aunque ello no significa que vaya a desaparecer. Seguirá siendo un actor principal, una «prima donna» en una ópera coral con la UE, Rusia y China. En el futuro debe prevalecer lo multilateral sobre lo unilateral en las relaciones internacionales. El Estado ha permitido una mínima socialización de las plusvalías, que no han escapado al control fiscal, creando las bases del estado de bienestar. La globalización económica complica en gran medida esta tarea, por la proliferación de paraísos fiscales extraordinariamente opacos y ajenos a cualquier control. Son las cloacas del capitalismo; simas o sumideros de toda la basura financiera mundial procedente del contrabando y el narcotráfico, traducida en milmillonarios, que hicieron fortuna evadiendo impuestos y traficando con el hambre.

La avaricia acumula fortunas que ninguna vida razonable sería capaz de gastar. Ha llegado el momento de poner orden y transparencia en las cuentas del Mundo, de eliminar la opacidad criminal de los paraísos fiscales. El poder real de las grandes fortunas es muy superior al de los viejos estados nacionales y a las incipientes instituciones multinacionales de encuentro y cooperación. Es necesario fortalecer la defensa de lo público, anteponer el interés general al privado, someter a todos al imperio de la ley.

En este escenario el PP no está ni se le espera. Sin lograr evadirse de una identidad política e ideológica fracasada y sin asumir responsabilidades por los graves errores del pasado, que lastran sus expectativas electorales: la guerra de Irak, el neoliberalismo que engendró la crisis, el fundamentalismo religioso empeñado en imponer su escala de valores a todos los ciudadanos y la defensa de los corporativismos insolidarios.

La derecha española sigue apostando por la propaganda mentirosa como estandarte, para administrar los miedos pendientes y monopolizar las conquistas, aunque se hayan opuesto encarnizadamente a su logro. El PP no apoyó la Constitución, pero Aznar quiso dejar fuera a los que lucharon para instaurarla y confraternizó con los pies sobre la mesa con los ultra-liberales que engendraron el huevo de la serpiente de la crisis. Sus herederos pelean por la asignación de la primogenitura y se niegan a colaborar en el alumbramiento del nuevo futuro. ¿Será porque es nuevo, o porque es futuro? CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE DEL GOBIERNO ANDALUZ