Obama cuenta con un apoyo del 77% al cumplir un mes en la Casa Blanca

Ni los malos tiempos en la economía ni la oposición frontal de los republicanos en el Congreso parecen estar afectando a Barack Obama en su primer mes al frente del Gobierno. Su liderazgo obtiene un muy alto respaldo entre sus compatriotas en una encuesta del diario The New York Times y la cadena de televisión CBS realizada cuando se cumplen treinta días de su llegada a la Casa Blanca. A la pregunta, ¿es usted optimista o pesimista sobre los próximos cuatro años?, un 77% de los entrevistados ven el futuro del país con optimismo y expresan su confianza en el nuevo presidente.

Una mayoría, votantes de los dos grandes partidos, reconoce que Obama se esfuerza por implicar a los republicanos en los grandes temas y culpan a los conservadores por su actitud obstruccionista. Ponen como ejemplo la reciente aprobación del plan de estímulo económico que contó sólo con el apoyo de tres senadores republicanos. Con este precedente, los entrevistados se inclinan mayoritariamente porque el presidente persiga los objetivos de su programa electoral en lugar de buscar puntos de encuentro con la oposición.

En su primera comparecencia ante el Congreso la pasada madrugada, Obama habló una vez más de la salud de la economía y centró las esperanzas de recuperación en las masivas ayudas públicas aprobadas recientemente. Su comparencia se produjo en un momento en que el Gobierno ve como aumentan las presiones para que conceda nuevas ayudas a algunos de los mayores bancos, a las compañías automovilísticas General Motors y Chrysler, o a la mayor aseguradora, A.I.G.

Mientras los indicadores de la recesión continúan empeorando, el 55% de los estadounidenses ha admitido en la encuesta que lo que ganan apenas les da para llegar a fin de mes. En seis de cada diez hogares hay temores fundados que uno de los miembros de la pareja pierda su trabajo en los próximos meses.

Por otra parte, Barack Obama espera que se haga bueno el dicho de a la tercera va la vencida tras elegir a Gary Locke para el puesto de secretario de Comercio, cargo que nunca llegaron a ejercer ni el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, ni el senador republicano Judd Gregg. El primero renunció por una investigación sobre un supuesto caso de corrupción y el segundo aludió a diferencias con el presidente en materia de política económica estadounidense.

Candidato «probable»

Pese a la buena nueva, la decisión presidencial aún no ha sido anunciada formalmente. Para curarse en salud por si a última hora surge algún imponderable que haga naufragar la candidatura, el equipo de Barack Obama habla a estas horas del candidato «probable», aunque sólo Locke figura en la agenda de la Casa Blanca.

Con un sólido curriculum político, Gary Locke ha desempeñado el cargo de gobernador del estado de Washington durante dos legislaturas, además de ocupar otros puestos en las cámaras legislativas. Hijo de emigrantes chinos que se establecieron en la costa oeste de Estados Unidos, el candidato para Comercio está considerado como un tecnócrata con muy buenos lazos con el mundo de los negocios.