Las acciones de Cepsa se desploman un 30% por la salida del Santander

El Banco Santander ha confirmado lo que desde hace días era un rumor insistente: mantiene negociaciones para vender su participación en Cepsa a un precio de entre 30 y 35 euros por acción, banda sensiblemente inferior a la actual cotización en bolsa de la petrolera, que el lunes cerró a 66,75 euros y que ayer lo hizo a 52,10 euros. La entidad financiera, que controla el 30,6% de Cepsa, y Unión Fenosa, que posee el 5%, negocian desde septiembre vender su participación a la compañía estatal de los Emiratos Árabes IPIC.

El Santander ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que por el momento no ha alcanzado ningún acuerdo de venta, aunque no especifica el nombre de la empresa con la que mantiene negociaciones. El comunicado llega a requerimiento de la CNMV, después de que los títulos de Cepsa se dejaran ayer en el parqué el 21,95% de su valor, hasta los 52,10 euros.

Cotización suspendida

Las acciones de la petrolera han visto suspendida su cotización a las 11:00 horas, después de que a lo largo de la mañana no se produjera ningún intercambio de sus títulos, situación atípica. A su vuelta al parqué, las acciones de Cepsa bajaban el 40,5%, hasta los 31 euros, e inmediatamente han sido inhibidas ante la alta volatilidad. Por contra, el Banco Santander ganaba a media sesión el 4,68%, la mayor subida del selectivo Íbex-35.

La banda de precios que manejan Santander y Unión Fenosa para vender su paquete accionarial supone valorar Cepsa a entre 8.027 y 9.365 millones de euros, frente a la capitalización bursátil de 13.940 millones de euros con la que cerró la sesión del martes en bolsa. Fuentes del mercado han explicado que, hasta ahora, el banco que preside Emilio Botín no contemplaba vender su participación por debajo de los 45 euros.

Con el desplome que sufrió ayer, el valor en bolsa de Cepsa vuelve a situarse por debajo del de Repsol YPF, a la que desbancó en octubre, según los expertos, debido al escaso capital flotante de la primera y al castigo sufrido por la exposición de la segunda en Argentina. Entonces, los analistas coincidían en señalar que esta situación no reflejaba el valor real de ambas compañías y obedecía a razones técnicas y los vaivenes del mercado.