El Oporto perdonó la vida a un Atlético de Madrid muy caótico
El Vicente Calderón cargó contra Abel por retirar al Kun Agüero en la segunda parte
Actualizado:El Atlético sigue con esperanzas porque el Oporto le perdonó la vida en el Calderón, pero suspendió con muy deficiente su gran examen continental. Dejó una imagen de equipo pequeño, muy menor y lastrado. Tanto que fue reprendido por su hinchada y jugó buena parte de la segunda parte sin el Kun porque Abel no sabía qué hacer para frenar las acometidas del increíble Hulk, un brasileño que hace nada deambulaba por Japón y que ridiculizó a toda la zaga colchonera a base de desmarque, rapidez y potencia. Menos mal que le falló el punto de mira.
Se colocaba el público en sus asientos y Leo Franco ya había salvado una ocasión pintiparada del uruguayo Rodríguez. Casi a renglón seguido, un buen contragolpe, un gran pase de Agüero y un remate fácil de Maxi. Inaudito.
Con un balón largo, el Oporto se plantaba ante Leo Franco. La responsabilidad del gol fue de Pablo, quien midió mal de cabeza y dejó solo al argentino Lisandro. Antes, en una estrategia fatal defendida, el asistente había anulado un gol de este jugador por un fuera de juego.
Tan mal veía Abel a su tropa que en los albores de la reanudación retiró al Kun para, supuestamente reforzar el centro del campo con Sinama. Pasó a jugar con un 4-1-4-1. El Atlético renunciaba casi por completo al ataque pero atrás se sentía algo más firme. Sólo eso, una sensación. De pronto, Cisshoko entró por la banda de Seitaridis como Pedro por su casa y su centro lo remachó en boca de gol Lisandro. Mínima justicia.