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El corsé le sienta bien al Liverpool
Benayoun sorprendió a los defensas madridistas en un lanzamiento lateral de falta (0-1)
MADRID Actualizado: GuardarUn detalle, un cabezazo del ex racinguista Benayoun en una jugada de estrategia, dejó a un incapaz Real Madrid contra las cuerdas en la ' Champions '. Pese a la ausencia de Gerrard y la lesión de Torres en el transcurso del partido, el Liverpool siempre estuvo un puntito por encima de un conjunto blanco lento, timorato, previsible y físicamente más limitado. El corsé les sienta mejor a los 'reds' del pragmático Benítez que a los Juande, más preocupados de no encajar que de marcar. Entre otras cosas porque el técnico madrileño cumple su quinta temporada en Liverpool y el manchego apenas lleva unos meses en Chamartín.
Debía estar en otro mundo Vicente Boluda, el lenguaraz presidente blanco, cuando aseguró que el Madrid iba a 'chorrear' al Liverpool, 3-0 en el Bernabéu y 1-2 en Anfield. Todo es posible en el loco mundo del fútbol pero es osado e irrespetuoso decir algo así al medirse dos 'cocos' de Europa que suman 14 Copas de Europa.
Y más si se conoce mínimamente a sus entrenadores, dos estrategas, dos tácticos que anteponen los detalles a la improvisación, la eficacia al espectáculo. Tan desafortunado estuvo que novato dirigente que hasta el preparador de los 'reds' utilizó esa frase para arengar a su abnegada tropa.
No era cuento. Gerrard trató de recuperarse de una rotura fibrilar en tiempo récord pero no llegó a tiempo de ser titular. De acuerdo con Benítez, determinaron que sería absurdo jugar mermado y con riesgo de recaída. Una baja fundamental. Es el enganche, el futbolista que hace brillar a Torres, que se echa el equipo a cuestas. Un hombre franquicia en Anfield. Salió unos minutos, ya con 0-1, para disfrutar dee ste escenario. Le suplió con Benayoun en la banda y Kuyt de enganche. Un 4-2-3-1 similar al del Madrid, ya que Raúl formó más línea con Robben y Marcelo que con Higuaín.
Sin espacios
Todos metidos en 25 metros, sin espacios, sin tiempo para respirar, para mandar, templar y tocar. Ayudas constantes, concentración máxima y ningún reparo para cedérsela a Reina desde el centro de campo. Cualquier cosa menos perder un balón. El Madrid sufrió varios problemas. El rival, trabajado al máximo, y muchas limitaciones propias. Ni Lass ni Gago se descolgaban, ya que miraban más a Iker que al frente, ni Raúl se encontraba tan cómodo entre líneas como en Gijón y ante el Betis, ni Robben pudo escapar entre un mar de piernas. Del renacido Marcelo no hubo noticias. Y cuando salió Guti, evidenció que carecía de ritmo para tanta exigencia.
Transcurría el partido lento, sin sobresaltos y de lo más previsible, hasta que al fin ocurrió algo. Un balón largo -así rompían los 'reds' la presión blanca-, un error de Cannavaro y Heinze y una galopada de Torres que acaba con un paradón de Casillas. Como cuando el 'Niño' jugaba en el Atlético. No está a gusto en el Bernabéu. Se le ve nervioso, ansioso. Se las tuvo tiesas con Pepe, se dañó un tobilló y jugó lastrado desde el minuto 21. En otro error defensivo, Benayoun también obligó a intervenir a Casillas.
El Liverpool estaba un puntito por encima del Madrid, incapaz de asustar a Reina. Sólo un gol anulado por fuera de juego de Higuaín. Lo mejor del anodino primer tiempo lo firmó casi al final Xabi Alonso, un centrocampista soberbio que mejoraría sobremanera a este Real Madrid porque quita y da, roba y pone. Vio adelantado a Iker y desde su campo casi le sorprende. Mención especial para Mascherano, más flojo en lo técnico pero un prodigio de visión táctica. Entendió Juande que Guti era el hombre. Pero no estuvo bien.
Viene de una lesión y eso se acusa en un duelo tan físico. Es diferente, capaz de desequilibrar con algún pase soberbio, pero carece de ritmo. Hubo una pequeña fase en la que los ingleses parecían ir a por el partido, quizá porque se sentían más enteros, pero fue eso, mera apariencia. Se fue Torres, renqueante, y entró Babel, un portento físico. Nada cambió hasta el gol de Benayoun a balón parado. Primera derrota de la era Juande, que acumulaba nueve victorias, pero en su único examen de verdad.
Por quinto año consecutivo, el Madrid puede caer en octavos.