'Las chicas rosas' meten quinta

Nueva York tiene sus taxis de color amarillo; blancos en Cádiz y en Madrid; negros y amarillos en Barcelona; y rosas cantosos, y sólo para mujeres, en Londres. La compañía que los gestiona, denominada Pink Ladies -como la pandilla de chicas de la película Grease, que visten chaqueta rosa-, pretende desde hace años acabar con los robos y violaciones que sufren muchas mujeres en los taxis que circulan sin licencia en la capital británica. Por ello, sólo aceptan en sus vehículos a mujeres y a hombres que viajen solos. «Porque nosotras tenemos derecho a volver a casa seguras», explica el ideario de esta compañía.

Para que un taxi como éste vaya a recogerlas, las clientas deben ser socias, mediante el pago de tres libras anuales. Una vez en carrera, el abono se hace en el momento de la reserva y por internet. Se trata de evitar que la mujer que pide el taxi se ponga a buscar un cajero a altas horas de la noche si no lleva dinero encima. Además, para que no se vea obligada a esperar en la calle, la propia compañía le enviará un SMS o llamará cuando el vehículo está a punto de llegar. Con el fin de garantizar la seguridad de las pasajeras en caso de agresión exterior, las conductoras están entrenadas en defensa personal y primeros auxilios.

¿Cómo nació?

Dos amas de casa, Tina Dutton y Andrea Winders, y una cantante, Kerry Katona, tuvieron esta idea después de que una de ellas mantuviera una conversación con su hija sobre lo desagradable que resultaba ir sola de noche en un taxi. Ahora,la Asociación de Turismo Rural de Granada ha elegido a Pink Ladies para que promocione en la capital británica las excelencias de la provincia andaluza mediante folletos que repartirán en los taxis color chicle y a través de publicidad en su página web.

«Lejos de tener un fin comercial, estas actividades forman parte de un estudio de mercado que trata de conocer qué concepto tienen del turismo rural en España fuera de nuestras fronteras», explica Paloma Navarro, responsable de la asociación granadina. Además de contactar con la compañía Pink Ladies, la entidad ha seleccionado a taxistas de todas las capitales europeas que tienen conexión aérea con Granada a través de líneas de bajo coste y les ha ofrecido una estancia de siete días, durante los cuales participan en diversas actividades y recorridos.

De modo que las chicas de rosa, que donan el 10% de sus ganancias mensuales a la lucha contra el cáncer de mama, han aparcado estos días sus pintorescos coches modelo Renault Cangoo equipados con espejitos y estuches de maquillaje para empolvarse la nariz durante el trayecto y están aprendiendo a dar unos pasos de flamenco en Montefrío. También han paseado a caballo por las Alpujarras, han disfrutado de estancias en las casas cueva de Guadix, así como de baños reparadores en el balneario de Alhama. Y, cómo no, se han puesto más moradas que rosas con la gastronomía típica de la provincia de Granada. De vuelta a Londres podrán contar lo vivido a sus más de 5.000 socias.