La bomba contra la casa del pueblo de Lazkao tenía 8 kilos de explosivo
Eran las tres de la mañana y en el silencio de la madrugada el estallido se escuchó en todo el pueblo. Habían detonado ocho kilos de explosivos escondidos en una mochila abandonada frente a la casa del pueblo de los socialistas en la localidad guipuzcoana de Lazkao, una población de cinco mil habitantes en el corazón del Goierri.
Actualizado:Un hombre que dijo pertenecer a ETA avisó a la una de la madrugada de la colocación del artefacto en una llamada a la asociación guipuzcoana de ayuda en carretera DYA. Iba a explotar una hora después. La Ertzaintza acordonó el lugar, desalojó a los vecinos del inmueble, en el que la sede del PSE ocupa un bajo, y vació un bar cercano. Nueva llamada del anónimo terrorista. Un error, la explosión sería a las tres. Y así fue.
No hubo víctimas, pero los daños en la sede del PSE fueron notables. «El bar está hecho puré», comentó el líder de los socialistas guipuzcoanos, Iñaki Arriola. Puertas y ventanas volaron, y un buen boquete se abrió en la fachada. Pero «no nos van a echar de aquí y volveremos a abrir», aseguró Arriola. Muy cerca, Pili, que junto a su marido regentaba el local, vio más negro su futuro porque «toda la familia vivimos del bar».
Agentes de la Ertzaintza revisaron el lugar y extrajeron muestras para determinar qué explosivo colocaron los terroristas. El local fue reabierto hace 21 días tras nueve meses de obras de acondicionamiento que costaron 328.000 euros. Llevaba diez años en funcionamiento, en los que nunca fue objeto de ataques.