La Balona se aferra al 'milagro' a costa de sentenciar al Portuense

La Balona logró un triunfo importante para su autoestima, ya que le permite abandonar el último puesto de la clasificación por primera vez en cuatro meses. Y lo hizo en un partido feo, sin brillantez y en el que el juego ofensivo brilló por su ausencia. Pero lo hizo, que es lo importante. La victoria permite a los linenses acercarse a nueve puntos del puesto de promoción. Una distancia aún considerable, pero que alimenta la esperanza de luchar con dignidad por la permanencia hasta el final de la temporada.

Después de la primera parte nadie se atreverá a decir que peor no se puede jugar. La lista de partidos aburridos de esta temporada es amplia, pero siempre se puede hacer peor. El que grabase de la televisión el encuentro de ayer gastó un DVD de la manera más tonta, a no ser que lo utilice como castigo, que también puede ser. Lo cierto es que Balona y Portuense no jugaron a nada y dejaron a las claras sus múltiples carencias y el porqué de su clasificación. Muchas imprecisiones, mucho balón alto, mucho pelotazo, pero lo que se dice fútbol, bien poquito. Unas pocas apariciones de Miguélez, el más activo en el primer acto, y poco más.

Precisamente el asturiano se inventó una genialidad para fabricar la mejor oportunidad de los linenses con un disparo desde la frontal ajustado al palo que Manu Taranilla desvió a córner con apuros. El resto fue algo infumable, insufrible, que sólo sirvió para mostrar lo descompensado de esta plantilla.

Con este panorama desolador se alcanzó el descanso. Baby no movió el banquillo e la segunda mitad, aunque sí modificó algunas posiciones y formó un bloque más coherente.

Manrique 'abre la lata'

Una asistencia de Joseph en el minuto 81 tan sencilla como vital (a veces hacer las cosas fáciles en el momento adecuado es sinónimo de victoria) permitió a Manrique conectar un zapatazo desde la frontal que se coló como un obús en la meta del Portuense, que terminó por desmoronarse.

La Balona se creció ante un rival sin capacidad de reacción y en una sensacional jugada de Miguélez, que se marchó de tres contrarios en un palmo de terreno, éste fue derribado dentro del área. Era el minuto 93 y en esta acción se acabaron las esperanzas de los portuenses. El penalti, esta vez sí, impecable en su definición por Diego Galiano, tranquilizó los ánimos y da vida a la cruzada linense en busca de la salvación.