Un carril que se convirtió en una ratonera

os problemas de tráfico, que terminaron por complicar las intervenciones policiales y la circulación de los servicios sanitarios, sobre todo, en la zona comprendida entre plaza de Sevilla y la plaza de la Hispanidad, tuvo entre sus causas el libre acceso al carril que discurre en paralelo al aparcamiento subterráneo de Canalejas. El dispositivo de tráfico, coordinado por la Policía Local, tenía contemplado cerrar la circulación por ese carril, que debía servir de aliviadero para los servicios de emergencias. Sin embargo, hasta las tres de la madrugada estuvieron accediendo vehículos. Esto ralentizó la marcha de las patrullas policiales, que en más de una ocasión, cuando debían acudir a un aviso, no pudieron circular con rapidez al tener que compartir vía con vehículos particulares. La Policía Nacional también tuvo que abrir paso a los autobuses urbanos que trataban de aproximarse a la parada del Fénix, y que no podían avanzar ante la multitud que ya iba de regreso.