Sentimientos y luchas con olor a victoria

Estimado y admirado Javier, se ve que el sentimentalismo se ha empeñado en inundar esta doble página que desde hace unos meses compartimos cada domingo, además, junto a otros muchos, de las fatigas del día a día en esta bendita redacción de LA VOZ DE JEREZ. Pero, qué quieres que te diga, me ha emocionado leer el texto de la izquierda. Me has tocado la patata y no sabes cómo he comprendido y compartido cada una de las palabras escritas y sentimientos descritos.

No quiero dedicarte halagos fáciles ni cumplidos baratos dibujados con frases hechas. No. Sólo puedo decirte que... ¿¿¿Gracias!!! Que eres muy grande, que aquí, en este rincón de la Porvera, se te va a echar mucho de menos y que tu semilla ha quedado plantada.

Y como supongo que habrá que hablar de algo más en esta doble página, paso a comentar algunas de las cuestiones que han copado la actualidad informativa de la semana.

Llama la atención lo sucedido con los casos Pacheco y Jerecom. Apenas se ha vuelto a hablar de ellos. Primero, porque los procesos judiciales correspondientes no han dado para más... de momento. Al menos que se sepa. Y segundo, porque los actores principales de esta historia siguen guardando silencio. Igual que todo el espectro político de la ciudad. Nadie quiere hablar del tema. Curioso de verdad. Es como si existiese un pacto para no remover la supuesta mierda, lo que invita a sospechar que puede haberla, y mucha.

Los ánimos también se han calmado bastante en el conflicto de la calle Porvera. Los vecinos y comerciantes afectados se reunieron con la alcaldesa esta semana y acordaron una tregua, darse un margen de tiempo para comprobar la incidencia de los cambios de circulación introducidos y, en función de la misma, decidir qué hacer.

Los comerciantes se han dado por satisfechos porque interpretan que la máxima mandataria municipal ya no se cierra tanto en banda y ha abierto la puerta a una marcha atrás en su decisión. Pero, aún así, no piensan quedarse de brazos cruzados hasta entonces. O al menos eso dicen. Estan atentos y seguro que, de una manera u otra, intentarán mantener viva la memoria de su reivindicación, que no es otra que o bien la Porvera vuelva a como estaba antes o que el carril bus de la discordia se traslade a otra calle.

Lo cierto es que esta céntrica vía resulta algo confusa, incluso peligrosa en algún punto. Ya ha ocurrido un pequeño accidente que, aunque no hubo que lamentar ningún herido de importancia, sí que pone en evidencia ese peligro al que hacía referencia. Se trata de la incorporación desde la calle Escuelas. Colisionaron un autobús y una moto por culpa de un stop no respetado.

Porvera Viva, que es como se llama la plataforma ciudadana creada para conseguir que el Ayuntamiento recule en sus cambios de circulación, ha encontrado, lógicamente, un argumento más para defender su posición. No sé si al final lograrán lo que buscan, pero por pelear no va a quedar.

Y por pelear tampoco va a quedar en el Xerez. Cada semana que pasa alimenta más nuestra ilusión de un ascenso a Primera. Insisto en que la proeza tiene unos culpables principales: el míster, Esteban Vigo, y la plantilla. Ojalá no despertemos.