El colorido de Custo Barcelona contrasta con la sobriedad de Calvin Klein
Dos grandes firmas de la moda actual, Calvin Klein y Custo Barcelona, presentaron hoy, con la Fashion Week de Nueva York a punto ya de cerrar sus puertas hasta septiembre, sus contrastadas propuestas para vestir a la mujer urbana en el próximo otoño-invierno de 2009. No podían ser más dispares las propuestas que el diseñador de origen brasileño Francisco Costa, para la casa Calvin Klein, y Custo Dalmau, para su Custo Barcelona, hicieron este jueves en la pasarelas neoyorquinas.
Actualizado: GuardarEl diseñador español explicó que ha dividido su colección para el otoño-invierno que viene en una parte «más comercial, más icónica, gráfica y colorista, y la que es más de moda, más de vanguardia y sofisticada», a la que ha llamado Premium y que se presentó en la pasarela de Bryant Park. En esta ocasión, el diseñador español presentó 22 propuestas para hombre y 50 de mujer, que con las mezclas musicales del español Javier Peral y bajo el lema de Eco Glamour, buscan ser «un homenaje a la vida en el planeta», y en la que sus grafismos se refieren a la naturaleza.
Entre las piezas que más resaltó el diseñador están los muchos abrigos presentados, con una línea despegada del cuerpo, al igual que la colección en general, que él calificó de «muy fluida», sin que falten los entallados, así como el recurso a los leggings o mallas, eso sí, confeccionados en lentejuelas, y en su tendencia general a mezclar los extremos.
El diseñador de Calvin Klein indicó que esta colección la inició «con grandes tejidos y grandes líneas... Se parecía a una manta. De hecho compré unas mantas en Santa Fe y empecé a jugar con ellas». De ahí, evolucionó hacia las texturas rotas que se vieron hoy en vestidos y que «reflejaban el desierto. Ha sido un largo viaje, porque quería conseguir algo técnico», con el objetivo de buscar nuevas proporciones y nuevos largos de falda.
En lo que sí coincidieron esas dos firmas de moda, además de en dar rienda suelta a la creatividad, fue en el amenazante regreso de las hombreras, pues también tuvieron hacia ellas una mirada ligeramente ochentera como otros diseñadores estos días.