¡Rivales con suerte!
Actualizado: Guardarotalmente de acuerdo con las declaraciones de Carlos Caballero en las que asegura que el Cádiz es el mejor equipo de los cuatro grupos de segunda división B. El problema es que hay que demostrarlo, como siempre, sobre el escenario que toque cada fin de semana. No fue desde luego el caso del domingo pasado donde se perdió en Melilla, una plantilla a la que hemos dado vida, ya que se sitúa ahora cerca de los puestos de ascenso. Ni muchos menos tienen por qué saltar las alarmas pero sí hay que volver a ampliar la diferencia de 6 puntos con respecto al Poli Ejido, nuestro más inmediato perseguidor. El hecho de ser el mejor equipo y el hecho de liderar la clasificación prácticamente desde el inicio liguero, provoca que los rivales se entreguen a fondo. El ganarle al favorito siempre supone una fuerte inyección de moral. La prueba en primera la tenemos con el Betis que, después de dar la sorpresa ante el Sevilla, a punto estuvo de repetir la faena frente al todopoderoso Barcelona. Como dice Guardiola, uno no se puede fiar ya de ningún rival. Algunos llegan con una ropas preciosas, sitiéndose hasta incluso guapas y, si te despistas un poco al admirarlas más de la cuenta, con bastante suerte te meten tres goles sin que te enteres. Ni te cuento si te intentan deslumbrar de la manera contraria, es decir, con una pinta terrible, con un vocabulario inadecuado y con una música por parte de su numerosa afición que te chirría. Con este tipo de contrarios, la derrota está más que garantizada para aquéllos que en el fondo merecen la goleada. Ni les cuento lo que ocurre cuando te cuelgan el cartel de equipo grande. Si pasas, será gracias a los árbitros y si no, consideras que has sido utilizado como cabeza de turco. Al querer dar ejemplo, los devotos de la secta, nos indignamos pero continuamos con los rezos, esperanzados de que la próxima vez, se imparta justicia de verdad. A ganar esta tarde, señores.