Ruptura total con los vecinos
Los vecinos de la Plaza del Caballo, por boca de su presidente, Javier Cantos, pusieron ayer el grito en el cielo tras conocer a través de los medios de comunicación la presentación oficial del dispositivo de la Motorada, «para el que no nos han tenido en cuenta». Por si fuera poco, la ratificación de la semiapertura de la ciudad a los moteros terminó de encender los ánimos de Cantos, que arremetió duramente contra la alcaldesa.
Actualizado: Guardar«Esto va en contra de la voluntad de los ciudadanos, el Ayuntamiento demuestra así que no le importamos absolutamente nada. La alcaldesa ha roto un acuerdo unilateralmente que ella misma defendió, no hay quien le entienda. Nos ha mentido y no cabe menos educación, ha perdido el sentido democrático». Aunque la avenida de México sí permanecerá cerrada a las motos, la medida no convence a los residentes, que sienten que «nos van a agrupar como en un apartaid».
Según el presidente vecinal, la primera edil se comprometió en el pasado mes de septiembre a reunirse con ellos para consensuar el dispositivo, pero finalmente ha incumplido su palabra prescindiendo de la opinión de los vecinos implicados. A pesar de ello, la comunidad no emprenderá ningún tipo de acción de protesta por el momento, pues los perjudicados han optado por esperar el desarrollo de la Motorada para calibrar los efectos reales de la misma. En el supuesto de que los vándalos tomen nuevamente las calles como ocurría antes y peligre el descanso del ciudadano, Cantos no duda en que recurrirán a la vía judicial para resolver el controvertido asunto.
A los tribunales
«Nos vamos a defender, pero lo triste es que tengamos que hacerlo por la vía judicial. No consentiremos el vandalismo otra vez en la ciudad, es penoso que nos tengamos que defender de nuestra propia alcaldesa». El representante vecinal afirma que la decisión municipal sólo beneficiará a los bares de copas, por lo que la mayoría de los jerezanos optará por abandonar la ciudad durante esos días, a fin de evitar las molestias derivadas del evento.
«Nos han ignorado de la forma más grosera -lamentó Cantos-. Este despotismo no lo vamos a consentir, la situación es muy grave porque supone la ruptura total de la gestión municipal con el ciudadano. No les importan ni las motos, ni los jerezanos, ni nada».