Los conductores de autobuses amenazan con nuevas jornadas de huelga «más duras»
La primera jornada de paros parciales se desarrolló con normalidad y los trabajadores respetaron los servicios mínimos de una salida cada hora El comité de empresa ha advertido de que «esto es sólo el principio»
Actualizado:El primer paro parcial convocado por el comité de empresa de los trabajadores del servicio de autobuses urbanos se desarrolló sin demasiados sobresaltos en la ciudad. Desde las siete de la mañana y hasta las diez y media sólo estuvieron circulando en las diferentes líneas los servicios mínimos establecidos, lo que permitió que los usuarios no se vieran gravemente afectados, aunque sí padecieron algún que otro contratiempo.
Los taxis y los coches de familiares y amigos se convirtieron en los recursos más demandados para sobrellevar una jornada que fue calificada por el presidente del comité de empresa, Matías Gautier, como «todo un éxito, porque no hemos molestado más de lo necesario a los usuarios y hemos realizado el primero de nuestros avisos».
Sin embargo, desde el comité ya se advierte que esto ha sido «tan sólo el principio ya que estamos dispuestos a endurecer las medidas si no llegamos a un acuerdo». De esta forma, el próximo martes, que es cuando está convocado un nuevo paro parcial, podrían tener mayores problemas aquellos conductores que deban realizar el servicio mínimo.
Aún así, el propio Gautier señala que «no queremos llegar a ningún extremo y esperamos reunirnos pronto para alcanzar un acuerdo, aunque por el momento no hemos visto tal predisposición».
Desde el Ayuntamiento, no se ha realizado ningún pronunciamiento al respecto, aunque la delegada de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Beatriz Fuentes, podría estar gestionando una reunión a tres bandas para intermediar en el conflicto y resolverlo lo antes posible. Desde el comité «ya le hemos notificado nuestra intención y esperamos su llamada porque todo hace indicar que se podría realizar, aunque seguimos sin noticias por el momento».
Despistados
Muchos fueron los ciudadanos que no sabían nada de la convocatoria de huelga y eso que en las paradas había carteles con información sobre los horarios de los servicios mínimos. Aún así, la mayoría de los ciudadanos acudieron a coger el transporte público sin saber nada y al constatar los tiempos de espera, que en algunos casos sobrepasaban la hora, decidían buscar una alternativa.
La comprensión hacia las reivindicaciones de los trabajadores primó sobre aquellos afectados que no entendían que «tengamos que pagar, porque yo llegó tarde al trabajo y ahora lo tengo que explicar», exponía María Quintero.
Luis Pérez llegó desde Sevilla en tren para vender «pasteles en el centro» y, finalmente, tras más de «media hora de espera», decidió marcharse andando y cargado de cajas. Antonia del Castillo llegaba tarde a su centro de formación y al ver el cartel de la huelga «he decidido llamar a mi padre para que venga por mí, porque sino no llego».
A parte de algún que otro contratiempo, las tres horas y media de paro en el transporte público no colapsó las paradas, algo que sí podría suceder el próximo martes.
elpuerto@lavozdigital.es