CALLE PORVERA

Xerezmanía

Diez horas bajo la luna, las estrellas y el frío de las últimas noches del invierno tienen su mérito. Y es que este año al Xerez Club Deportivo le están pasando cosas que nunca antes en sus 61 años de historia le habían ocurrido. La locura xerecista está llegando a extremos nunca antes alcanzados y lo de pasar diez horas haciendo cola para lograr una entrada para un partido de la jornada 25 en Córdoba no se puede diagnosticar más que como una enfermedad por los colores azulinos. El estado de forma en el que se encuentran los jugadores de Esteban Vigo tiene mucho que ver, pero el estatus al que ha llegado la afición azulina también es fruto de los últimos años en Segunda División.

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Hay que tener presente que el primer equipo de la ciudad -pues que me perdonen los industrialistas, pero no veo a nadie del Industrial guardando una cola de diez horas para un partido en Cartaya- se encuentra en su época dorada a pesar de los cientos de problemas institucionales. Deportivamente, los xerecistas nunca habían pasado tanto tiempo en la categoría de plata del fútbol español. Quieras que no, esto te va dando un nombre y una repercusión a nivel nacional. Además, las etapas de Schuster, Lucas, Chaparro o Murcia -en todas se coqueteó con la zona alta de la tabla- no sólo han inyectado sabia nueva y joven en las gradas de Chapín, sino que ha metido al Xerez entre los grandes de Segunda, se ha multiplicado la imagen del conjunto azulino. Es curioso, pero en muchos de los campos a los que viajo, compañeros de profesión y aficionados rivales se sorprenden cuando se enteran que el Xerez nunca ha estado en Primera, pues desde la distancia entienden que tiene entidad para ello. Esperemos que todos los integrantes del Xerez 08/09 sean capaces de solucionar este pequeño detalle.