Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
arropado. El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, lee su declaración ante la prensa arropado por los catorce
ESPAÑA

Camps toca a rebato en el PP y niega toda implicación en el 'caso Gürtel'

Los consejeros valencianos explicarán en las Cortes regionales las relaciones de la administración autonómica con la trama corrupta

L. SEBASTIÁN
Actualizado:

Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana, tocó ayer a rebato en defensa de su honor y del buen nombre del Partido Popular. Señalado por el dedo acusador de la Fiscalía Anticorrupción, que dispone de testimonios que aseguran que la red empresarial corrupta investigada en el caso Gürtel le pagó trajes por valor de unos 30.000 euros, el político valenciano calificó la acusación de «infamia» y la enmarcó en una causa judicial que, en su opinión, se ha convertido en «un proceso abierto contra todo un partido».

La noticia de que Camps parece ser uno de los aforados que obligarán al juez Baltasar Garzón a inhibirse de parte de la investigación del caso Gürtel a favor del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana enrareció ayer el ambiente en Les Corts, el legislativo autonómico. Los corrillos de los diputados populares eran continuos, aunque no a la vista de los periodistas, que esperaban en los pasillos ansiosos por saber nombres y apellidos de implicados en la trama que, finalmente, no se hicieron públicos.

El presidente tenía cita en la sesión de control parlamentario, en la que iba a ser interrogado sobre la rama valenciana de la trama que investiga Garzón. Pero antes quiso dirigir un mensaje a la opinión pública respaldado por su equipo de gobierno en pleno, al que se sumó un peso pesado del partido, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Leyó tres folios «indignados» porque «desde el primer momento se ha buscado la división del partido, la incertidumbre y el ataque entre nosotros; después, la desafección de nuestros militantes y simpatizantes, y no lo han conseguido». «Saldremos más reforzados si cabe de esta amarga experiencia» porque «ninguna de las filtraciones interesadas se ha sostenido más de 24 horas», aunque «hemos tenido que ir contestando a golpe de nota de prensa», añadió.

No incluyó ni una referencia a las sospechas que, desde hace días, ponen en solfa la actuación del Ejecutivo valenciano por la intensa relación contractual mantenida con Orange Market, firma que se hizo con la organización y el montaje del stand de la Comunidad Valenciana en las principales ferias de turismo del país. Sin embargo, fue el PP el que mayores relaciones ha mantenido con esta empresa, terminal valenciana de la red de Francisco Correa que se encargó de realizar multitud de actos públicos para el partido.

En cambio, Camps no ocultó su malestar con las «filtraciones interesadas» del sumario y recordó que si él, aforado, está siendo investigado por el juez de la Audiencia Nacional, sería un grave error que «tendría nefastas consecuencias judiciales». Y anunció que si es imputado pedirá la comparecencia judicial de todos los funcionarios que han trabajado a sus órdenes, de todos los alcaldes de la comunidad y de todos los empresarios que han tenido relación con su Gobierno para que declaren si alguna vez influyó en alguna de sus decisiones.

No ahorró el presidente valenciano un recuerdo para compañeros del PP «perseguidos, acosados y que con causas sobreseídas han sufrido daños irreparables», víctimas de detenciones «televisadas» y luego puestos en libertad sin cargos, y para «los alcaldes que ya no lo son por falsas imputaciones que hoy han quedado en nada».

Después, fue a las Cortes, donde sus diputados le recibieron puestos en pie con un cerrado aplauso. Se amparó en la mayoría absoluta de su grupo para capear el chaparrón de la corrupción, si bien es cierto que tan sólo el portavoz de Compromís metió el dedo en la llaga mientras que el Partido Socialista del País Valenciano y Esquerra Unida evitaron hacerlo.

Explicaciones

Abrió el debate el portavoz socialista, Ángel Luna, que si pensaba que el presidente valenciano debía al legislativo «muchas, muchas explicaciones» sobre la relación de su administración con las empresas investigadas por Garzón, elevó el tono de sus exigencias al saber de su posible implicación personal.

«¿De verdad cree que puedo estar imputado por lo que se está diciendo estos días?», le replicó Camps. Y aseguró que «no he hecho otra cosa que dar explicaciones del trabajo político» que le corresponde como presidente. «No he hecho otra cosa durante 20 años de responsabilidades pública».

Camps anunció que todos los miembros de su gobierno comparecerán en las comisiones parlamentarias correspondientes de la Cámara autonómica para explicar «con tranquilidad, transparencia y sentido de la lealtad y la responsabilidad todo aquello que pregunten» los diputados de la oposición.

El primero fue el vicepresidente primero, Vicente Rambla, que acudió a las Cortes ayer por la tarde. En los próximos días lo hará el resto de los consejeros.

Camps reprochó a los socialistas «el tremendo error que una vez más han vuelto a cometer», porque desde «hace mucho tiempo» generan constantes «sombras de duda» sobre la honorabilidad del PP y sus dirigentes que colocan el debate político en «un terreno de juego que no es ni el de la sociedad, ni el de la libertad, ni el del compromiso con los valencianos». Camps prometió que «redoblaremos el esfuerzo, si hace falta, para intentar todos los días demostrar la decencia y la grandeza de un gobierno que se sabe respaldado por la democracia». «Redoblaremos nuestros esfuerzos para seguir haciendo grande nuestra comunidad y redoblaremos nuestros esfuerzos para que nuestros conciudadanos se sientan orgullosos de vivir y de trabajar en la comunidad», concluyó.