La decisión más difícil
Un vídeo muestra la agonía del guía argentino Federico Campanini, abandonado en el Aconcagua por el grupo que trató de rescatarle
Actualizado:Las imágenes del escalofriante vídeo que muestra los últimos minutos de vida del guía Federico Campanini El Fede, el pasado 8 de enero en el Aconcagua, han destapado una tragedia que había quedado oculta por la fría estadística de los muertos -cinco en este verano austral- en la cima más alta de América, con 6.962 metros de altura. Y con las imágenes del vídeo, tres minutos terribles, ha saltado la polémica sobre la actuación de los rescatadores, integrantes de la Policía de Montaña de Mendoza, que acudieron en su auxilio.
«Lo abandonaron como a un perro», denuncia Carlos Campanini, padre de Federico, traumatizado por el vídeo aportado por el abogado Gianni Venier, representante de la familia. De momento, la Justicia argentina ha iniciado una investigación que ha puesto en el centro de la polémica a la patrulla de rescate. Ha llamado a declarar a los dos policías y los tres andinistas que actuaron en el operativo «por averiguación de muerte». Paralelamente, el gobernador de Mendoza ha destituido a Armando Párraga, el jefe del equipo que subió a rescatar al guía y a su grupo de clientes italianos.
En el vídeo puede apreciarse que Campanini está vivo cuando el grupo de cinco alpinistas lo abandona a su suerte a 6.500 metros de altura. Antes, se ve cómo cae al suelo, cómo lo arrastran con una cuerda atada a la cintura, cómo le piden que se incorpore y camine. Cómo le insultan para sacarle del aturdimiento causado por el mal de altura. Son momentos de tremendo dramatismo. Todo ocurre en un paraje desolado colgado de la pared Sur del Aconcagua, en medio de una tormenta de nieve y viento y a una temperatura de 30 grados bajo cero. «No se puede sacar, nos estamos helando, nos quedan 400 metros a la cumbre y no se mueve. Se está muriendo, no aguanta más de 40 minutos», se oye decir a uno de los socorristas por el walkie.
Los policías de montaña están en el disparadero. Hay opiniones para todos los gustos sobre su decisión. Un himalayista tan competente y avezado como Juanito Oiarzabal es contundente en su veredicto: los absuelve. «¿Qué se puede hacer en estos casos? ¿Bajarlo como si fuera una mochila», pregunta. El montañero aragonés Carlos Pauner, que estuvo a punto de morir en 2003 en el Kangchenjuga, opina que «por un vídeo no se puede juzgar un rescate. Pero creo que hay que intentarlo hasta el final». Un miembro anónimo del EREIM (los grupos de rescate de la Guardia Civil) era contundente: «Nunca se puede abandonar a una persona viva en la montaña».