«¿No me he llevado dinero de nadie!»

«¿Ni me he llevado el dinero de nadie ni he dado dinero a nadie!». Ramón Blanco Balín, ex vicepresidente de Repsol YPF, hizo una encendida defensa de su inocencia segundos después de abandonar el despacho de Baltasar Garzón, tras una hora de interrogatorio.

A las puertas del juzgado y tras quedar en libertad sin medidas cautelares, el alto ejecutivo aseguró no saber por qué se le vincula con la trama corrupta y destacó sus «25 años de trayectoria profesional» en la que sólo ha desarrollado una actividad «puramente profesional» y ocupado «puestos de confianza» en importantes firmas. «Estoy hasta los huevos de que se me prejuzgue», se quejó Blanco Balín, quien pidió «respeto» cuando se hable de su figura.

Asesorado por su abogado Esteban Mestre, respondió a las preguntas de Garzón sobre sus negocios comunes con el supuesto jefe de la trama corrupta, Francisco Correa. El empresario, cuyo nombre ya apareció en las investigaciones de 1998 sobre blanqueo de dinero en Liechtenstein, figura como alto cargo en, al menos, seis de las 23 empresas investigadas en la operación Gürtel.

Antes del ex vicepresidente de Repsol pasó por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional Jacobo Gordon, testigo de boda de Alejandro Agag y socio del yerno del ex presidente del Gobierno José María Aznar.

Garzón, a instancias de las fiscales anticorrupción Concha Sabadell y Miriam Segura, acordó dejarle en libertad sin medidas cautelares después de que Gordon respondiera durante dos horas sobre su relación con Correa y, en particular, sobre Castaño Corporate, otra de las empresas que el juez sitúa en la trama corrupta.

Jacobo Gordon es administrador único de esta firma dedicada al negocio inmobiliario. Según el registro mercantil, como ex administradores y ahora apoderados de Castaño constan Pablo Crespo, ex secretario del PP de Galicia y encarcelado por Garzón, y el propio Blanco Balín.