El Tau sufre ante le Pamesa

Al Tau le ha costado bastante más de lo previsto eliminar al Pamesa, que ha plantado cara al gran favorito a conquistar la Copa durante 34 minutos, hasta que el poderoso equipo que dirige Dusko Ivanovic ha decidido ponerse serio y plantarse en las semifinales en las que se enfrentará al Barça.

Thiago Splitter, que acaba de salir de una lesión y se intenta recuperar del mazazo anímico de la reciente muerte de su hermana, ha vuelto a ser el jugador determinante de un Tau que, salvo en la recta final, ha tenido que emplearse a fondo para acabar con un rival demasiado inferior para el imparable líder de la Liga ACB.

Aunque el Tau ha salido con su mejor quinteto, se ha atascado tanto ante la defensa del Pamesa que en ocho minutos sólo ha conseguido 11 puntos, hasta que Splitter ha reaccionado para liderar la esperada remontada.

Ha tenido mucho mérito que el Pamesa, espoleado por el ritmo que ha imprimido Williams y por sus hombres altos, Nielsen y Perovic, no sólo aguantase, sino que llegase por delante al descanso. La principal arma ofensiva del Tau, Rakocevic, se ha quedado sólo con dos puntos en la primera parte, los mismos que Mickeal. Ambos han estado desconocidos, aunque éste al menos ha ayudado a su equipo, junto a Splitter y Teletovic, a superar en esos periodos al conjunto valenciano en rebotes.

Presión

Tenía que despertar el Tau, pero no ha logrado despegarse hasta el último cuarto, porque el Pamesa, sin precipitarse y maniatando a las figuras del Baskonia en defensa, no permitía que su rival se escapase más de siete puntos. No conseguía quitarse de encima la presión el conjunto de Ivanovic, que fiaba casi todos sus ataques a Splitter y recuperaba con su dureza defensiva lo que se le escapaba en ataque. Ya que Rakocevic no estaba nada cómodo, el ala-pívot hispano-brasileño y Mickeal han acordado que era el momento de acabar con la incertidumbre.

Un poco más ha ayudado la antideportiva del turco Kuqo por un codazo a Splitter, aunque el Tau acababa de poner tierra de por medio cuando aún quedaban seis minutos. Al Pamesa ya no le quedaba fuerza, ni física, ni mental, para poner en más aprietos al Tau.