CITA. Miguel Ángel Muñoz acudió a los juzgados con su abogado, Fernando Precioso. / CRISTÓBAL
Jerez

El forense evalúa los daños del policía antidisturbio herido la pasada Feria

El agente se sometió ayer a la prueba médica, que será crucial para establecer la responsabilidad civil del Ayuntamiento y la imputación delictiva del acusado El funcionario perdió a causa de la agresión el 90% de visión de uno de sus ojos

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Tras varios intentos fallidos, ayer el Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez acogió por fin la realización de la prueba forense a Miguel Ángel Muñoz Victoria, el policía herido durante una reyerta en la pasada Feria del Caballo. El cuadro clínico del antidisturbio había impedido hasta el momento la consecución del examen médico, hasta que su mejoría ha propiciado la materialización de un paso crucial a la hora de establecer las responsabilidades sobre lo sucedido y determinar cuál será el futuro laboral del agente.

Muñoz acudió al juzgado en compañía de su abogado, Fernando Precioso, mostrándose tranquilo y sobre todo expectante ante lo que pueda acontecerle en los próximos días. «Me encuentro mejor porque ya ha terminado el proceso de recuperación y ya estoy apto para trabajar, así que todo depende de que la Dirección General de la Policía quiera adaptarme un puesto a mi discapacidad». Finalmente, la agresión de la que fue víctima hace casi un año le ha provocado la pérdida de visión del 90% en uno de sus ojos, aunque con la graduación óptica de la que dispone se puede recuperar hasta el 50%.

Aunque se trata sin lugar a dudas de una buena noticia, esta circunstancia le impedirá desarrollar las labores propias de su puesto, por lo que la función que puedan encomendarle a partir de ahora estará más relacionada con tareas administrativas. «Tendría que ser algo que no fuera operativo, pero yo lo que quiero es trabajar. Soy joven, tengo 35 años y no quiero jubilarme con esta edad».

El funcionario recuerda con estupor el momento de la agresión, y no se le quita de la cabeza en ningún momento la idea de que lo sucedido se podía haber evitado. «Se podían haber adoptado medidas de seguridad para paliar el riesgo que se da en este tipo de acontecimientos. Muchas veces dejar entrar botellas en la Feria y prolongar la apertura de las casetas hasta ciertas horas conlleva problemas de orden público». Cabe recordar que la pelea que acudieron a sofocar los antidisturbios se había producido en una caseta a alrededor de las seis de la mañana, cuando se supone que ya deben estar cerradas al público. Además, Muñoz fue herido con una botella que según todos los indicios había sido introducida desde el exterior del recinto ferial.

El letrado del funcionario insistió en este punto, recalcando la responsabilidad del Ayuntamiento como garante del correcto funcionamiento de los servicios. «Tomaremos acciones tanto contra el Ayuntamiento como responsable patrimonial, como contra cualquier persona, aparte del imputado, que pueda aparecer relacionada con los hechos. Entendemos que existe una culpa porque esas altas horas de la mañana son incompatibles con horarios de cierre y además hay testigos que atestiguarán que había botellas procedentes de fuera. Si el Consistorio tiene unos servicios públicos y no funcionan, la Ley es clara al respecto».

Por ello, Precioso a instancias del sindicato policial UFP interpondrá la reclamación oportuna a expensas de lo que dictamine el forense, procediendo a la vía contencioso-administrativa si fuera necesario. Paralelamente, el letrado acusará a M. A. F, que permanece en prisión preventiva, de un delito de atentado contra agente de la autoridad, al entender que el ataque fue precedido de una intencionalidad, ya que el policía llevaba un distintivo de jefe de grupo por lo que «como vulgarmente se dice, fue a tirar al muñeco». Muñoz, por su parte, sólo piensa en pasar página y «que me den una oportunidad, después de todo por lo que he pasado».

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