CARNAVALERO. Molina, en el improvisado puesto que monta en el Rastro. / LA VOZ
Jerez

Carnaval de otros tiempos

El Rastro es un lugar idóneo para poder adquirir las cintas de casete de las más famosas agrupaciones de épocas pasadas

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Andrés Molina ha traído el carnaval gaditano al Rastro de la Alameda Vieja. Antes de que cualquier curioso llegue a su puesto se intuye lo que puede encontrar. Un radiocasete ataca con el ritmo de un pasodoble y una letrilla sarcástica. «Es la comparsa La Ventolera», nos aclara Andrés.

Su puesto está dedicado a la música del carnaval. Sin embargo, se trata de un carnaval de otros tiempos. «Nos dedicamos a vender casetes antiguas. Ahora las agrupaciones graban en CD, pero yo traigo el sabor de otros tiempos», asegura. El caso es que ahora que el carnaval gaditano se pone de moda, en el puesto de Andrés, y por dos semanas consecutivas, se podrá adquirir las antiguas grabaciones de esas agrupaciones que tan buen sabor dejaron en el recuerdo de los aficionados.

Raza Mora -comparsa portuense-, El Crimen del Mes de Mayo, que es un coro o Suspiros de Cádiz son algunas de las cintas que Molina ha traído a su puesto. Todas con carátulas que también despiertan un cierto sabor a la década de los ochenta.

En este sentido, comenta que «esto de la música antigua de carnaval es para coleccionistas. Son los que realmente tienen interés en comprar una cinta de este tipo». El caso es que ahí está él poniéndole al rastro ese color carnavalero que no debe faltar en estos días previos a la Cuaresma.

Don carnal también existe en Jerez. Aunque Andrés Molina asegura que «no es buena plaza. El año pasado ya vine también a Jerez a vender y no se dio muy bien. Sin embargo, no desistimos y aquí estamos de nuevo». El domingo en el Rastro de la Alameda. Y si quieren otra oportunidad, el segundo sábado de cada mes, en la plaza del Mentidero de la capital de la provincia.

El caso es que ahora es tiempo de pasodobles, tangos, cuplés y popurrís. Andrés Molina nos los acerca desde Cádiz. Si todavía recuerda aquella letrilla que tanta gracia le hizo, quizá en su puesto pueda encontrarla. Curioso puesto. Homenaje al carnaval de otros tiempos.