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españa, ante la crisis

El desplome de la inversión y del consumo, principales causas de la recesión de la economía española

Según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el INE, en el conjunto del año pasado el crecimiento fue no obstante del 1,2%, debido a la mejor evolución de los dos primeros trimestres

EFE |
MADRIDActualizado:

El desplome de la inversión, que cayó el 9,3%, y del consumo, que lo hizo un 2,3%, llevaron a la economía española a la recesión en el cuarto trimestre de 2008, periodo en el que la caída del PIB fue del 1%, del 0,7% interanual.

Según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el conjunto del año pasado la economía española creció no obstante el 1,2%, debido a la mejor evolución de los dos primeros trimestres.

Entre octubre y diciembre de 2008, el empleo registró una caída interanual del 3,1%, lo que equivale a la destrucción de 602.000 puestos de trabajo a tiempo completo, aunque en el conjunto del año la bajada fue del 0,6%, lo que supondría 112.100 empleos menos.

Deterioro importante

El deterioro de la economía española se ha pronunciado en el cuarto trimestre de 2008, en el que los dos principales componentes de la demanda interna han registrado una fuerte caída. De esta forma, la inversión, que ya había descendido el 4,1% en el tercer trimestre, precipitó su caída hasta el 9,3% en el cuarto, mientras que el consumo pasó de bajar dos décimas a hacerlo 2,3 puntos.

El descenso del gasto de los hogares ha ido, según el INE, en consonancia con la menor renta disponible, en un periodo en el que se desaceleró la remuneración salarial debido a la caída del empleo. Los hogares han dejado de comprar sobre todo bienes de consumo duradero, también en línea con la caída de la confianza de los consumidores.

Por el contrario, el gasto de las Administraciones Públicas siguió subiendo, debido al aumento de las compras de bienes y servicios y de la remuneración salarial de sus trabajadores.

En el caso de la inversión, la mayor bajada de nuevo la registró la destinada a la construcción, que bajó el 10,9%, aunque la de bienes de equipo no se le quedó atrás con una caída del 9,7%. La inversión en vivienda prosigue su desplome, del 19,6% en el cuarto trimestre, lo que tampoco compensó la destinada a infraestructuras y edificios no residenciales, que también bajó (-1,4%).

Demanda interna debilitada, pero mejora del sector exterior

Frente a una demanda interna tan debilitada, la mejora del sector exterior, con una aportación positiva de 2,3 puntos, no compensó lo suficiente y llevó a la caída interanual de la economía.

Tanto las exportaciones como las importaciones descendieron en el cuarto trimestre, en consonancia con la caída de la demanda interna y el debilitamiento económico. Las ventas descendieron el 7,9% (6,4 puntos más que el trimestre anterior) y las compras cayeron el 13,2%, 11,1 puntos más.

En cuanto a la actividad, sólo el sector servicios la aumentó, el 1,7%, lo que contrasta con las fuertes caídas del resto de los sectores, encabezadas por la construcción, que bajó el 8%, el conjunto de la industria (-4,7%) y el sector agrario y pesquero (-2,7%). En el caso de la industria, el sector energético se estancó y su actividad no varió, mientras que las demás ramas cayeron el 5,5%.

Esta fuerte caída de la actividad llevó al descenso del empleo, que fue del 3,1%, lo que equivaldría a 602.000 empleos menos, con sólo un sector, el de los servicios, creando puestos de trabajo (140.000).

Aumento de la productividad

La única consecuencia positiva que tuvo la caída del PIB y del empleo fue el aumento de la productividad, que se elevó al 2,5% en el cuarto trimestre. La remuneración salarial, por su parte, se desaceleró fuertemente y sólo subió el 1,6%.

Los datos del cuarto trimestre contrastan con los del conjunto del año, en el que la economía creció el 1,2% gracias a la primera parte del ejercicio, en la que el PIB aún registraba tasas positivas. En cualquier caso, el crecimiento del año pasado ya no se basó en la demanda interna, como en ejercicios anteriores, sino en el peso del sector exterior, que aportó 1,1 puntos al crecimiento, frente a una sola décima por parte del consumo y la inversión.

El consumo privado creció en el conjunto del año el 3,9%, pero la inversión registró ya tasas negativas, del 1,3%. El empleo en el conjunto de 2008 bajó el 0,6%, mientras que la productividad aumentó el 1,8%.