Del Bosque dejará de entrenar cuando acabe su etapa en el banquillo español
A diferencia de Luis Aragonés, uno de esos técnicos dispuestos a morir en los banquillos, Vicente del Bosque adelantó ayer que seguramente dejará de entrenar en el momento que la Federación prescinda de sus servicios como seleccionador, un puesto en el que se siente plenamente realizado y más cómodo de lo que se presagiaba. Confesó que le obsesiona el doble enfrentamiento que se avecina ante Turquía, con la clasificación para el Mundial de Sudáfrica en juego, alabó el cambio cultural experimentado en el fútbol español y afirmó, sin ambages, que promovería la candidatura del madridista Raúl al Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
Actualizado: GuardarLe habían comentado que el cargo de seleccionador era un marrón, que el listón era imposible de franquear, pero Del Bosque no puede estar «más orgulloso» de entrenar a su país. Incluso se siente liberado de los roces diarios inevitables en los clubes. «Llegué en la mejor situación posible, con una selección ya hecha a la que sólo hay que potenciar», remarcó el técnico salmantino en el Foro Pedro Ferrándiz. «No quiero ser rotundo pero ya he entrado en la quinta etapa de mi vida deportiva, probablemente la última como entrenador, y quiero hacerlo lo mejor posible».
Además de certificar la clasificación para el Mundial, al que España accedería «entre el grupo de selecciones que pueden levantar la Copa», Del Bosque se pone como reto el éxito en la Copa Confederaciones. «Iremos con la mejor selección que podamos para que la afición se sienta orgullosa y representemos a nuestro país lo mejor posible. Es la primera vez que la jugamos, y esperamos hacer un buen papel».
Sobre la base campeona, Del Bosque ha introducido alguna novedad como Fernando Llorente, por el que apuesta mucho como alternativa a Villa y Torres. También se detuvo en futuribles como Joseba Llorente, Álvaro Negredo, Javier Casquero y Mikel Arteta, el cerebro del Everton.
