disfrutar el presente
Uno de los problemas con los que está conviviendo el Cádiz (bendito problema) es que desde hace mucho tiempo se piensa en la promoción de ascenso obviando incluso el presente. Ni el aficionado más pesimista duda de que acabará entre los cuatro primeros. Y eso, paradójicamente, impide disfrutar de la buena situación del equipo.
Actualizado: GuardarConstantemente se piensa en ese momento y se destacan las carencias. Incluso en las mayores goleadas o cuando se realizó un fútbol de superior categoría.
Enseguida surgen las comparaciones con los posibles rivales de otros grupos para dudar de las posibilidades del Cádiz. Estos pensamientos no existían en el último ascenso a Segunda B. A estas alturas de la temporada sólo se pensaba en entrar entre los cuatro primeros para disputar la liguilla. El equipo tuvo sus altibajos, muchísimo peores que ahora (incluso llegó a caer a la sexta posición), pero acabó el cuarto y ascendiendo.
Pero ahora es distinto. Desde hace muchos meses se piensa en la fase de ascenso. Y ese motivo, unido a las secuelas del traumático descenso, está provocando un estado de ansiedad en la afición que se manifiesta en muchos partidos en Carranza.
Es positivo ser exigente, pero no hasta tal extremo de obsesionarse y no disfrutar del momento. Quedan trece jornadas para el final y habrá tiempo para todo: se podrá gozar con los partidos que se pongan de cara, pero en muchos otros habrá que apretar los dientes y apoyar al equipo.
La diferencia entre acabar primero y segundo es abismal. El Poli Ejido lo sabe y apretará hasta el final. Cada vez será más difícil ganar fuera, por eso Carranza debe ser el fortín que siempre fue. Todos deben poner de su parte para que vuelva la comunión entre equipo y afición.