EXULTANTE. Chávez, victorioso en el palacio presidencial. / AFP
CONSULTAS CHAVISTAS

Chávez triunfa al segundo intento

Logra el aval de los venezolanos en la repetición del referéndum para poder ser reelegido de forma ilimitada

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A la segunda, Hugo Chávez consiguió salirse con la suya. El líder boliviariano, que había movilizado a centenares de simpatizantes para que ningún chavista se quedara en casa, se impuso en el referéndum del domingo con una cómoda ventaja y podrá ser reelegido como presidente de forma ilimitada. Sin dar un respiro a sus votantes, concentrados en las barriadas desfavorecidas de las grandes ciudades y en las zonas rurales, Chávez celebró el triunfo anunciando su candidatura a las presidenciales de 2012.

Los opositores admitieron la derrota de «David contra Goliat» pero, pese a haber perdido, manifestaron su satisfacción porque sumaron 600.000 nuevos apoyos con respecto al anterior referendo. Entonces, hace poco más de un año, pudieron imponerse a Chávez en su primer intento para lograr la reelección indefinida.

Pasadas las 9.30 de la noche -las 3 de la madrugada del lunes en España-, Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) acabó con la incertidumbre. Un total de 6.003.594 venezolanos le dieron la victoria al oficialismo con el 55% de los votos. Un millón de ciudadanos menos, el 45% de los votantes, rechazaron la reelección indefinida.

La participación en el quinto referendo y la decimoquinta consulta desde que el líder bolivariano alcanzó la presidencia en las elecciones de 1998 fue elevada. Las llamadas a desterrar el abstencionismo dieron resultado y sólo el 32% de los venezolanos no acudieron a las urnas. Claro que el chavismo utilizó todos sus recursos para llevar a sus simpatizantes a los colegios electorales. De hecho, brigadas motorizadas se movilizaron para trasladar a las urnas a personas ancianas o enfermas.

Inmediatamente después del anuncio del cómputo oficial, Chávez salió al balcón del Palacio de Miraflores, rodeado de sus hijas y nietos, a celebrar el triunfo. Abajo, en la plaza, la ley seca era historia y corría la cerveza para festejar que Chávez tiene vía libre para aspirar a la presidencia mientras el cuerpo aguante.

«Ustedes han escrito hoy mi destino político, el destino de mi vida y yo quiero decirles que lo asumo con plenitud. Hoy quiero jurar de nuevo que me consagro plenamente al servicio del pueblo venezolano», clamó a sus seguidores. Y añadió: «Yo sabía que no me iban a fallar y ahora me toca cumplir a mí. Yo les ratifico que no les voy a fallar: a las esperanzas del pueblo, al clamor del pueblo». El líder bolivariano aseguró que también era «una victoria de los que no votaron y de los que votaron por el 'no'». «Aunque ellos no lo entiendan, es una victoria de Venezuela y ellos son parte de Venezuela», subrayó.

País dividido

Se notaba que Chávez respiraba tranquilo después de días de tensión porque las encuestas no apostaban a un triunfo claro. Ya podrá poner en marcha nuevos mecanismos para profundizar su socialismo del siglo XXI. Eso sí, tendrá que contar con que las urnas también han ratificado otro resultado mucho menos favorable: que el país sigue dividido y la otra mitad de los venezolanos está en su contra.

La oposición aceptó los resultados, pero clamó contra su inferioridad frente a la máquina propagandística del chavismo. Leopoldo López, el ex alcalde de Chacao y uno de los líderes más sólidos, reiteró que «fue una campaña donde se enfrentó David contra Goliat». El líder estudiantil David Smolansky censuró el «ventajismo y el abuso de poder del Gobierno». También expresó su convencimiento de que «el único fin de aquellos que promovieron el 'sí' es perpetuarse, atornillarse en el poder». Varios analistas consideraron que si la oposición lograra limar diferencias y apoyar a un candidato único podrían conseguir desbancar a Chávez en las elecciones del 2012.