Votantes hacen cola para depositar su voto en un colegio electoral de Caracas en una jornada que transcurrió sin apenas incidentes. / REUTERS
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Chávez afronta la sentencia popular

Los venezolanos ponen fecha a la continuidad del líder bolivariano en un referéndum sin incidentes

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La larga jornada electoral para decidir si los venezolanos aprueban o rechazan la reelección ilimitada de todos los cargos públicos transcurría con fluidez y prácticamente sin incidentes desde que las puertas de los colegios abrieron a las 8 de la mañana, cinco horas y media más en España. La participación a mediodía superaba el 50%, pero los sondeos vaticinan resultados my reñidos. El presidente Hugo Chávez reconoció que ayer estaba en juego su «futuro político».

Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), expresó la satisfacción por el desarrollo de la consulta y minimizó los incidentes registrados en el país. Según Lucena, estaba prohibido hacer proselitismo fuera del perímetro de seguridad. «Los bloques pueden dar apoyo a los votantes», dijo. Sin embargo, la oposición y varios medios de prensa denunciaron que grupos oficialistas motorizados seguían invitando a votar por el «sí».

La responsable del organismo electoral indicó que una docena de personas fueron detenidas por cometer delitos electorales. Concretamente, 5 votantes rompieron su papeleta porque no reflejaban su opción. Otro de los problemas estaba relacionado con el tiempo que el elector debía tener presionado el botón de la máquina captahuellas para que registrara correctamente el voto. También hubo algún conato de alteración del orden, zanjado por los militares encargados de garantizar la seguridad de los votantes. De todas formas, fueron incidentes menores considerando que estaban habilitados cerca de 17 millones de electores en unos 34.000 colegios de todo el país. Los centros de votación tenían gran afluencia pero ayer, a diferencia de las elecciones regionales de noviembre, apenas había colas.

Hugo Chávez esperó hasta el mediodía venezolano (5,30 de la tarde española) para acercarse al barrio 23 de Enero, donde siempre vota porque está cerca del Palacio de Miraflores. Descendió de un coche rojo rodeado de uniformados y simpatizantes que le acompañaron a depositar su papeleta. Sus hijas y nietos, como es habitual, tampoco faltaron a la cita. Tras marcar su sufragio, el líder bolivariano habló brevemente con la prensa y reconoció la importancia de la decimoquinta consulta que ha convocado desde que asumió el Gobierno en 1999. «Hoy se está decidiendo mi futuro político», se sinceró antes de admitir que se estaba jugando «el ser o no ser». La victoria es fundamental para Chávez para poder continuar con su proyecto socialista y optar a la reelección en 2012.

Cita clave

La cita, sim embargo, también es clave para la oposición, que después de años de andar descabezada y sin presencia política en las instituciones oficiales, están recuperando posiciones. Su líder, el alcalde de la petrolera ciudad de Maracaibo y ex candidato presidencial, Manuel Rosales, también se mostró satisfecho y valoró los incidentes como «hechos aislados». «En términos generales la cosa va muy bien. Creo que lo importante es que los que faltan por votar salgan de su casa y hagan efectivo su voto», animó.

Chávez también invitó a dejar la pereza en casa y salir a votar. Y es que además de ganar, necesita hacerlo por goleada -poco probable según los sondeos- para poder aplicar las reformas que, a su juicio, necesita el país. Si fuera «una victoria de mierda», por usar el término que dedicó a la oposición cuando ganó el referendo anterior sobre la reelección de diciembre del 2007, no tendría más remedio que «tender puentes».

Los expertos anticipan que gane o pierda tendrá que aplicar un paquete económico de medidas con un alto grado de impopularidad. La intensidad exacta de las medidas dependerá del apoyo que coseche en las urnas.