Momo alzó la séptima

Se citaban dos jugadores en pleno crecimiento futbolístico. Dos rachas goleadoras se encontraban sobre el verde del Municipal de Chapín. Por una parte, Jerónimo Figueroa, más conocido como Momo. En la otra esquina, Nicolás Ladislao Fedor Flores, más conocido como Miku, joven perla del fútbol venezolano. El azulino llegaba con una renta de seis goles consecutivos, logrados en seis jornadas. El unionista hacía lo propio con cuatro tantos, conseguidos en las cuatro últimas jornadas.

Sin embargo, siempre hubo clases y a día de hoy es muy complicado superar al canario. Sólo hicieron falta doce minutos para darse cuenta de que el ex del Deportivo de La Coruña está en el mejor momento de su trayectoria deportiva. Jugada calcada a la de hace siete días en Albacete. El sevillano Antoñito recibe en el vértice del área, asiste al interior del área donde Momo regatea al portero visitante y marcar a placer, de nuevo con la diestra.

Y es que el devenir de Momo y Miku en el partido fue tan diferente como el marcador final. Eso sí, los dos tuvieron una cosa en común: duro marcaje por parte de los zagueros.

Marcaje férreo

Por una parte, el venezolano estuvo desasistido casi todo el partido. Ni los extremos ni la media punta fue capaz de conectar con un Miku que estuvo fuertemente vigilado por un inconmensurable Aythami. Y si fallaba el de Arguineguín, ahí estaba Álvaro Silva.

Momo por su parte, también tenía una pareja de baile complicada. Con muchos años de experiencia en la categoría, Raúl Gañán es todo un clásico en la división de plata y le puso las cosas muy complicadas al azulino, aunque no pudo impedir el tanto que abrió la lata.

En cuanto al delantero del Salamanca, hay que reconocer que no sólo tuvo que torear a la zaga xerecista. Cuando parecía que podía seguir con su buena racha, aparecía Chema. Más de 45 minutos pasaron hasta que el ariete del Salamanca pudo encontrarse con Chema. De hecho, tal y como comenzó la segunda mitad el venezolano pudo batir al de Orihuela, aunque su remate terminó en saque de puerta. Más clara fue la que tuvo en el 57. Miku se queda solo delante de Chema y el cancerbero saca el que pudo ser el 1-2.

Momo, agotado

Mientras tanto, Momo seguía a lo suyo. Menos participativo con el paso, y el peso, de los minutos, el canario era el centro de las miradas de Chema para comenzar los contragolpes. Muy luchador en labores defensivas, lo cierto es que poco a poco se fue apagando, hasta que volvió a relucir el genio del canario.

Nueva ocasión

A poco más de diez minutos para el final, el zurdo presiona la salida del balón del Salamanca, Gañán falla en la cesión a Biel y Momo que casi logra el tercero azulino, el segundo en su haber. De nuevo con la diestra, la que le ha dado los dos últimos goles y la que ayer le falló para batir todos los registros.

Al final, el 11 del Xerez se hizo con la séptima consecutiva, mientras que el ariete venezolano tendrá que esperar para seguir con la buena racha.

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