La recesión dispara las solicitudes para lograr una plaza de soldado profesional

Times Square es uno de los rincones del planeta más filmados por el cine; y el Mentidero, uno de los barrios de Cádiz más emblemáticos. Los dos, tan lejos en distancia como en referencias, tienen algo en común: en su corazón acogen una oficina de reclutamiento para militares. La de Nueva York es la que más sorprende por su emplazamiento (¿qué hace una garita gubernamental en una isleta de cemento por la que se pagarían millones?); la gaditana se ha visto sorprendida en los últimos meses por una inusual presencia de jóvenes que quieren alistarse.

No ha estallado ninguna guerra, sino una recesión en toda regla. Por cada solicitud que ofrece el Ejército de Tierra, la Armada o el Cuerpo de Aire, hay diez gaditanos dispuestos a pelearse por tener el casco y el Cetme. Cada día, por el local que hace de sede de la Subdelegación de Defensa en la provincia (Paseo de Carlos III) pasan no menos de medio centenar de aspirantes a una de las cientos de plazas que Defensa pone a su disposición sólo en la provincia de Cádiz, según fuentes del Departamento que dirige Carme Chacón.

El pasado lunes, 9 de febrero, la cola de demandantes de un uniforme daba la vuelta a la manzana. ¿Qué es lo que buscaban? Alguna de las 155 vacantes que la Armada pretende cubrir en San Fernando para el Tercio de Armada de Infantería de Marina (120 puestos) y el Tercio Sur (20) y otras 15 que recalarían en la Unidad de Seguridad de la Base Naval de Rota. En total, los tres ejércitos suelen necesitar unas 8.000 incorporaciones cada año (al menos, es el objetivo que se marca el Gobierno a principios de año: a finales de 2009 se quiere llegar a unas Fuerzas Armadas con 86.000 efectivos). Las convocatorias se dividen en lo que se ha llamado ciclos. Hay once cada año. El primero ponía en juego 1.401 empleos, de los que 155 eran para Cádiz.

La segunda tanda, cuyo plazo para solicitar cita acaba de abrirse y expira el 4 de marzo, suma 1.339 plazas. En esta ocasión, las oportunidades para la provincia gaditana se quedan en 102. Tanto en la primera oportunidad como en la segunda, San Fernando y Rota (¿quién se lo iba a decir viendo sus datos habituales de paro?) son los dos focos de creación de nuevos puestos de trabajo.

Mileuristas

Según reza en la página web oficial del Ministerio, www.soldados.com (también existe www.marineros.com), se ofrece «uno de los trabajos con más ventajas e incentivos». En dinero, el salario base es de 14.517,30 euros (unos 1.000 al mes), aunque éste aumenta fácilmente en función de los destinos (Ceuta y Melilla tienen un bonus de 300 euros) o la especialidad que se adopte. De hecho, toda experiencia en cualquier ramo (cocinero, por ejemplo) suma puntos y euros a la nómina. A cambio, se tiene un sueldo fijo para un mínimo de dos o tres años, ampliables en otros dos o tres y con la posibilidad de adquirir el compromiso de permanencia. Como otras ventajas del alistamiento se enumeran el vestuario gratuito, la Seguridad Social, la protección por desempleo, alojamiento si lo requiere el destino...

¿Y qué piden? Cuidado, que aquí puede esconderse la trampa. La tabla de requisitos es bastante amplia (se puede consultar en las páginas antes mencionadas). Las más básicas son tener la nacionalidad española (hay un cupo para extranjeros igualmente), haber cumplido los 18 años y no superar los 29 y medir entre 1,55 y 2,03.

Luego, en la letra pequeña vienen desde la condición de no tener antecedentes penales a una serie de mínimos físicos que se deberán superar en las pruebas. Por lo general, casi cualquier joven podría cumplir lo que se le pide, aunque, por ejemplo, y con el incremento de solicitudes que se está dando en los últimos meses, se están encontrando con que la mayoría sólo alcanzó el graduado escolar. Y se pide el primer ciclo de Secundaria.

Por el contrario, el Ministerio de Defensa destaca que se ha elevado la edad máxima de incorporación (antes era de 27) y matiza que se haya incrementado la demanda por los apuros económicos. Argumentan que la oferta es más atractiva porque se reformó este tipo de convocatorias en 2004 de forma que se solucionaron algunos de los problemas que dieron las primeras partidas.

Eso sí, alguna relación debe de haberse detectado con respecto a los problemas actuales de paro (más de 151.000 afectados en la provincia gaditana) cuando se ha decidido ampliar la edad máxima. De hecho, y según relatan algunos de los responsables de reclutamiento, se ha notado una presencia de perfiles laborales más altos que hace unos meses. Queda atrás aquella leyenda urbana de que al servicio militar se incorporaba cualquiera. Claro que aquellos eran tiempos en los que al albañil se le pagaba al precio de ministro.

Ya no. Ahora no hay para contratar apenas a peones de obra. Los últimos datos de paro registrado en la provincia arrojan que el número de desempleados de menos de 25 años rozaba los 19.000, una de las tasas más altas del país. El desplome de la construcción, que era el principal sector generador de empleo, ha arrastrado a muchos jóvenes a una inactividad de larga duración. A diferencia de aquellos carteles famosos en los que la Armada americana necesitaba a sus ciudadanos, ahora son los ciudadanos los que necesitan a la Armada. Y al Ejército. Y al del Aire.